A la hora del cierre todavía quedaban visitantes haciendo cola que no pudieron acceder al salón Sant Jordi del Palau, donde la viuda y el hijo de Solé Tura saludaron personalmente durante toda la mañana a quienes se acercaron para dar el último adiós al político.
Pocos minutos después del mediodía, el féretro de Solé Tura abandonó la Generalitat entre aplausos para ser trasladado al tanatorio de Sant Gervasi, donde a las 13 horas estaba previsto un funeral íntimo y privado por deseo de su familia.
Numerosos representantes políticos visitaron la capilla ardiente, entre ellos la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quienes dieron un sentido pésame a los familiares.