Poco antes de las seis y media de la tarde –hora local– se anunciaba que Haidar abandonaba la huelga de hambre que había mantenido en los últimos 19 días y la activista era trasladada en ambulancia, entre el júbilo de sus seguidores, a un avión que la esperaba en la pista del aeropuerto de Guacimeta, en Lanzarote.
Estaba previsto que el avión despegase inmediatamente y, de hecho, según declaró a los periodistas el jefe de gabinete de Exteriores, Agustín Santos, que tenía previsto viajar con Aminatu Haidar y con un médico, el aparato encendió los motores y cerró la puerta.
Según Santos, pese a que el avión contaba con todos los permisos, tanto para volar como para aterrizar, en el último momento, la torre de control de El Aaiún negó el permiso, argumentando que debería haberse solicitado un plan de vuelo con 24 horas de antelación.
La activista permanece ahora en la terminal del aeropuerto lanzaroteño a la espera de que, según Santos, se obtenga el permiso para volar a la capital del Sáhara Occidental, donde vive toda la familia de Haidar.