Lo más curioso es que este reo, sobre el que pesan numerosas cuentas con la justicia y conoce bastante bien el ambiente penitenciario, entró en el módulo de ingresos de Botafuegos “como primario”, indicaban las fuentes consultadas, ya que en lo referente a su nueva identidad, era el primer delito que éste cometía.
De hecho, según indicaron las fuentes consultadas, era muy probable que en breve J.L.B.P., como su alter-ego, pudiese acogerse a la posibilidad de salir en libertad con cargos antes de la celebración del juicio por su última detención en San Roque.
El preso, natural de Granada, se estaba haciendo pasar por un gibraltareño, con las iniciales B.J. No ha trascendido si la identidad que había tomado fue por suplantación o era, simplemente, ficticia.
El caso es que J.L.B.P., de 47 años y al parecer natural de Granada, logró eludir, con esta identidad extranjera falsa, una orden de búsqueda y captura que pesaba sobre él desde fechas recientes, dado que está pendiente de cumplir una pena de tres años y medio de cárcel, según indicaron las fuentes consultadas.
Por lo que comentan estas fuentes, de nuevo las razones que iban a llevarle a la cárcel eran por asunto de tráfico de drogas.
Anónimo
La auténtica identidad de J.L.B.P. podría haber pasado desapercibida aún más tiempo de no ser por uno de los internos de la cárcel algecireña, que envió un anónimo a la dirección del centro en el que relataba que había reconocido al reo y ponía en conocimiento de las autoridades que J.L.B.P. no era quien decía ser.
A raíz de este descubrimiento comenzó un proceso de investigación en el que también tomó parte la Policía Científica y se llevaron a cabo las pruebas pertinentes que, en definitiva, dieron con el descubrimiento de la verdadera identidad del preso.
Según indicaron las fuentes consultadas por este diario, una vez que se tuvo conocimiento de manera inequívoca de la identidad de este hombre, las autoridades penitenciarias dieron parte al Juzgado de Guardia, que recibió las correspondientes diligencias.
A los múltiples delitos que se atribuyen a este reo, se unen ahora el de falsificación de documento público y el de suplantación de identidad.
Además, las autoridades policiales se encontraban investigando en los últimos días la posibilidad de que J.L.B.P, siendo como ha sido durante los últimos siete meses, el súbdito gibraltareño B.J. haya podido cometer algún delito más, ya sea relacionado con drogas o de otra índole, antes de que lo detuviera la Guardia Civil en San Roque en agosto del pasado año.