El Partido Popular de Alcalá la Real ha manifestado su desacuerdo más absoluto "con la medida adoptada por el equipo de gobierno socialista de incrementar el precio del transporte escolar urbano hasta en un 300%, una medida que va a perjudicar especialmente a las familias con rentas medias y bajas".
Según se señala desde el PP "con las nuevas tasas, una familia con menos de 3.000 € de renta por miembro pagará 60 € al trimestre en lugar de los 20 € que venía pagando, mientras que las familias con ingresos por miembro comprendidos entre los 3.000 y 6.000 € verán también triplicada la cuantía, pagando 90 € en lugar de 30 €. Además, el PSOE ha eliminado las reducciones por número de hijos que utilizan el servicio, de forma que si antes una familia de renta baja con dos hijos que utilizaban el servicio pagaba 30 euros al trimestre por ambos ahora va a pagar 120".
Aunque la nueva ordenanza contempla bonificaciones del 50% para los casos de reducción de ingresos anuales en un 30%, para el PP esta ayuda es “un auténtico engaño ya que serán contadas las familias que puedan acogerse a ella y en todo caso ello no significa que vayan a pagar menos de lo que venían pagando, sino más”.
La modificación al alza de las tasas fue aprobada en solitario por el PSOE en el pleno de este jueves "con la única finalidad de conseguir el ahorro de los aproximados 30.000 euros que destinaba a subvencionar el servicio, una cantidad ridícula a juicio de la portavoz Natalia Gálvez y que demuestra que el PSOE ha perdido el norte a la hora de clasificar las prioridades que ha de atender”. “No se entiende que el PSOE pretenda ahorrar 30.000 euros en un servicio tan básico como el transporte escolar y a la vez no le duelan prendas destinar 50.000 € a rebajar el precio que pagan los usuarios de la Piscina Cubierta o 160.000 euros a reformar el bar de la estación de autobuses”.
El PP defendió en el Pleno el mantenimiento de las tasas tal y como han estado vigentes en el actual curso y dirigir el ahorro a otras partidas menos “dolorosas y útiles para la población, lo que fue rechazado de plano por el PSOE argumentando que la única alternativa a subir el precio del transporte era la de suprimir el servicio".