La Sección Octava de la Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado a 16 años y ocho meses de prisión a Cristóbal Ruiz, por apuñalar mortalmente a su amigo Ángel Mesa, de 24 años, un domingo de agosto en 2017, al mediodía, tras una noche de fiesta en la que ambos consumieron alcohol y drogas. El jurado popular que juzgó el conocido como ‘crimen de las 102 viviendas’ por la promoción pública de viviendas de San Benito, junto al edificio de Jereyssa, donde se produjo el suceso, ya lo declaró culpable. En el veredicto, los nueve miembros del jurado aceptaron la eximente de intoxicación por drogas que solicitaba la defensa, ejercida por el letrado Manuel Hortas, si bien descartaron que el procesado colaborara con la Policía al no marcharse del lugar de los hechos cuando se produjo el suceso o que actuara en defensa propia, en la misma línea que también está de acuerdo con el jurado en la afectación por la intoxicación, pero descarta las otras dos eximentes planteadas.
En la sentencia, según han apuntado fuentes del caso, el juez lo considera autor de asesinato, condenándolo a dieciséis años y ocho meses de cárcel por el asesinato del joven, y a pagar una indemnización de 75.000 euros a los padres de la víctima. Aunque en su relato ante el tribunal en el juicio celebrado hace varias semanas, el acusado aseguró que fue el fallecido quien sacó el cuchillo de 20 centímetros de hoja del pantalón durante el forcejeo, y para defenderse “le agarré las dos manos y desplazó el cuchillo”, el fallo considera probado que fue Cristóbal quien sacó el cuchillo que llevaba oculto y con ello “consiguió anular cualquier posibilidad de defensa. Concurren por tanto los elementos necesarios para apreciar la concurrencia de alevosía y calificar los hechos como asesinato”.
