La última agresión sufrida por dos sanitarios del centro de salud de San Benito, una doctora y un médico residente, el pasado viernes cuando se vieron amenazados e intimidados en la consulta por una persona con un arma blanca, ha vuelto a reabrir el debate de la falta de seguridad a la que están expuestos los profesionales sanitarios. Después de una racha medianamente tranquila en los centros de atención primaria de Jerez y en el hospital, el episodio por la que los dos facultativos están de baja ha movilizado al personal, que este miércoles secundara la concentración convocada por el Sindicato Médico a las 12.00 horas para mostrar su repulsa por estas acciones y reclamar más medidas de seguridad para hacer su trabajo después de que estos sucesos evidencien que a la hora de la verdad “estamos vendidos”, apuntan a este periódico fuentes del sindicato.
Lo primero que han hecho tras mostrar su apoyo a los compañeros es solicitar la presencia de un vigilante de seguridad privado en el centro, timbres antipánicos que permitan a los médicos alertar cuando sean víctimas de una situación de amenaza o violencia, así como la instalación de un arco de seguridad en los accesos para detectar metales y, en definitiva, la entrada de armas blancas que ponga en riesgo la seguridad de los profesionales. Así se lo han trasladado a la gerencia del distrito sanitario de Jerez, a la que también se han dirigido ya desde el CSIF para reclamar más “celeridad” àra adoptar medidas necesarias que “garanticen la seguridad” en el trabajo de estos profesionales, a la par que exigen que se recurra a seguridad privada.
La concentración está convocada por el Sindicato Médico pero va a ser respaldada por otras organizaciones sindicales como CSIF, cuyos delegados asistirán para condenar lo ocurrido. Comenta esta noticia en: www.vivajerez.es