Más de medio centenar de ciudadanos saharauis que han pedido asilo en los últimos diez días han comenzado una huelga de hambre en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, según un portavoz de los afectados.
"Somos 54 saharauis que llevamos en huelga de hambre desde ayer al mediodía hasta el momento, sin comida y sin agua", ha explicado uno de los demandantes de asilo, Saad Asman, quien ha precisado que hasta ahora nadie se ha interesado por el estado de salud del grupo, donde algunas personas están mareadas y hay un diabético.
Asman ha asegurado que un responsable de la Policía les ha transmitido que este acto de protesta es "su problema" y que "así no van a resolver nada".
"Estamos encerrados en una sala muy pequeña, sin aire acondicionado desde hace dos días. Las ventanas tienen doble cristal. No vemos el sol. Hay una puerta custodiada por la Policía las veinticuatro horas del día", ha indicado.
Los 54 solicitantes de asilo, que han llegado en vuelos procedentes de Argelia en los últimos diez días, son hombres con edades comprendidas entre los 18 y los 35 años.
Del total, 52 proceden de los campos de refugiados del Sáhara Occidental y dos provienen de Cuba, donde se han graduado en Medicina.
"Muchos de ellos son estudiantes que prefieren estar en huelga de hambre, aunque lo pasen mal y sean detenidos en España, antes que arriesgar su vida y ser devueltos a Argelia, donde la mayoría están amenazados", ha subrayado Asman.
El grupo inició la huelga de hambre tras la denegación de la petición de asilo de 41 de los solicitantes y la devolución de uno de ellos "por obligación", ha apuntado el portavoz.
Ha detallado que les han asignado un abogado de oficio, sin darles la opción de elegir letrado, y les han puesto un traductor de origen marroquí, que no especificó las situaciones individuales de la mayoría de los demandantes de asilo.
A su llegada a Barajas, tanto los extranjeros inadmitidos, como los peticionarios de asilo son trasladados a unas salas habilitadas para este fin que se encuentran en las terminales 1 y 4 de las instalaciones.
Son propiedad de AENA y están custodiada por el Cuerpo Nacional de Policía y por los vigilantes de seguridad privada del aeropuerto.