El primer ministro británico, Boris Johnson, ha dicho que se ve al frente del Gobierno más allá de 2030, al margen de las crecientes presiones para que dimita después del último varapalo electoral para el Partido Conservador.
Johnson hizo estas declaraciones anoche en la cumbre de la Commonwealth en Ruanda, y este domingo añadió, antes de la reunión del G7 en Alemania, que su prioridad en cumplir con su programa político.
Durante la estancia en Kigali, el líder conservador dijo a los medios británicos que está "pensando activamente" en un tercer mandato (entre 2028 y 2031) y está convencido de que ganaría el segundo (2024-2028).
Según explica hoy la prensa local, Johnson mostró un estado optimista pese a las presiones para que dimita después de la dura derrota electoral sufrida por su partido en dos elecciones parciales el pasado jueves en Inglaterra.
Johnson, cuyo mandato ha estado marcado por las acusaciones de corrupción, nepotismo y su propia violación de las normativas contra la covid, declinó hacer comentarios sobre una reciente noticia de que intentó que un donante "tory" financiara una cabaña de lujo en un árbol para su hijo Wilf, en la residencia oficial campestre de Chequers.
En un artículo en "The Observer" este domingo, el líder del Partido Laborista, Keir Starmer, le desafió a que convoque elecciones anticipadas, mientras que dos antiguos líderes conservadores instaron el sábado a los ministros del gobierno a forzar la salida de su jefe.