Según el Ministerio del Interior, más de 1.100 inmigrantes que trabajaban como jornaleros en los campos de la zona fueron trasladados desde la noche del pasado viernes a centros de acogida de Bari y Crotona, dos de las mayores ciudades del sur de Italia.
Asimismo, los medios de comunicación italianos informaron de que unos 200 inmigrantes abandonaron por sus propios medios la localidad para evitar la tensión desatada desde que salieran a manifestarse por las calles en la noche del pasado jueves en protesta por una agresión a dos de ellos.
Según los últimos datos, 53 personas permanecen heridas a causa de los enfrentamientos, de las cuales 21 son inmigrantes y cuatro de ellos recibieron disparos de armas de fuego.