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Valencia

Miedo, nervios y tristeza entre los desalojados por el incendio de Bejís

Algunos vecinos, presos de los nervios, no pudieron coger absolutamente nada en el tiempo que les dieron para recoger

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  • Incendio de Bejís. -

Los desalojados por el incendio forestal de Bejís (Castellón) trasladados al pabellón polifuncional de un pueblo cercano, Viver, han vivido la experiencia con miedo, muchos nervios y tristeza por lo que han tenido que dejar, pero también agradecidos por encontrase bien y por la atención recibida.

Así lo han relatado a EFETV algunas de las personas que han pasado la noche en Viver, donde a última hora del martes se estableció el confinamiento de la localidad y se desalojó el camping de esta población, todo ello por un incendio aún descontrolado que ha arrasado ya 4.000 hectáreas e incluso ha llegado a la provincia de Valencia, al término municipal de Alcublas.

Natividad, residente en Alicante y desalojada del camping, ha explicado que cuando la Guardia Civil les dijo que iban a ser desalojados y les dio 20 minutos para recoger, se puso tan nerviosa que no pudo coger nada.

Vilma, por su parte, desalojada del mismo espacio junto a su marido y su nieta de 5 años, recuerda que cogieron lo que pudieron y se dejaron muchas cosas.

"Al principio pensé: estoy dejando la mitad de mis cosas tiradas, pero luego dije: a ver, primero, la vida", ha señalado, y aunque ha reconocido que la sensación ha sido "horrible" y no se la desea a nadie, agradece la atención que han recibido.

Josefa, vecina de Viver, ha asegurado que estuvieron "bastante asustados" porque "el fuego, ayer por la tarde, se puso impresionante", y la situación "se pintó muy mal".

"Susto, miedo y tristeza" son las emociones que recuerda José Miguel, quien estaba comiendo cuando fue desalojado de Bejís y solo tuvo tiempo de meter algo de ropa en un mochila. Ahora está a la espera de saber cuándo puede volver a su casa y ver lo que se encontrará allí.

Para Antonio, quien acaba de llegar al camping de Viver desde Alicante, el momento fue "muy agónico" pues cuando llegaron por la mañana les dijeron que el fuego estaba a 14 kilómetros y que no se preocuparan, y por la tarde tuvieron que salir de allí.

"Son momentos de pánico pero gracias a Dios estamos todos bien", ha señalado, y ha manifestado que lo que se ha dejado en el camping son solo cosas materiales y lo importante es que están a salvo.

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