La de ayer sábado fue también una jornada muy especial para los amantes de los coches clásicos. Y es que, como ya es costumbre, un año más tuvo lugar el esperado encuentro de los “Amigos de los Clásicos de Torremolinos” que, en esta decimonovena edición, inundaron de color y buen ambiente, primero, la Plaza Blas Infante, y después otros puntos de Torremolinos, a los que se desplazaron formando una espectacular comitiva de bellos vehículos de otro tiempo.
Fueron casi un centenar de coches y media docena de motocicletas, con más de 250 personas, entre propietarios, conductores y acompañantes, los que atrajeron un año más la atención de curiosos y transeúntes, encantados con la inmejorable ocasión de contemplar vehículos de otro tiempo que, gracias a la afición de este colectivo, aún pueden recorrer nuestras carreteras incorporando a las mismas un cierto aire de nostalgia y admiración en un ambiente festivo.
El buen tiempo también fue este año un aliado de esta celebración en la que la animación fue la nota desde primera hora, cuando fueron llegando a la Plaza Blas Infante los conductores y acompañantes (con sus vehículos), algunos de ellos procedentes de otros puntos de Andalucía.
Más tarde comenzó el recorrido por el municipio y, tras la parada de “repostaje” en La Carihuela, la visita de la caravana a la Ermita de San Miguel, donde tuvo lugar una Ofrenda Floral al Patrón, a la que siguió el tradicional almuerzo de confraternización de todos los participantes, que puso un año más fin a esta singular actividad.
