El Pleno del Senado ha dado luz verde este jueves a la reforma parcial de la regulación del aborto que impondrá el consentimiento paterno a las chicas de 16 y 17 años, con la mayoría de la oposición en contra y varios senadores díscolos del PP.
La votación, que ha tenido lugar a las 23.15 de la noche, tras más de cuatro horas de debate, ha tenido como resultado 145 votos a favor (del PP la mayoría, dos de Uniò y uno de Convergència), 89 en contra y cinco abstenciones.
Los senadores 'populares' contrarios a la reforma, como Ángel Pintado, Gari Durán, y José Ignacio Palacios, han emitido su voto negativo rompiendo la disciplina del grupo parlamentario. Además, dos senadores de esta misma formación se han ausentado de la votación para no tener que apoyar la iniciativa, según han informado fuentes parlamentarias.
La 'popular' Ana Torme ha emitido su voto en blanco para no mostrar su objeción a la iniciativa 'popular'; Amelia Salanueva de UPN ha votado también en contra, al igual que José María Fuster (PAR), que pertenece al Grupo Popular. También del PAR se han abstenido María Belén Ibarz y Rosario Santos.
Fuentes parlamentarias han indicado a Europa Press que será el Consejo de Dirección del Grupo Popular en el Senado el que decida la semana del 28 de septiembre, cuando tenga lugar el próximo Pleno, si impone una sanción económica a los senadores que han roto la disciplina de voto.
Antes de la votar la reforma, más de 70 senadores de varios grupos de la oposición han pedido al presidente de la Cámara alta que la votación final fuera nominal y secreta para que se votara en conciencia, pero el PP ha presentado un escrito en contra de este mecanismo, de manera que se ha tenido que votar y finalmente ha sido rechazado en el Pleno.
LA REFORMA AL BOE
Tras su paso por el Senado concluye el trámite de esta iniciativa que el Grupo Parlamentario Popular registró en el Congreso después de que el Gobierno retirase la reforma del aborto que había planteado el Ministerio de Justicia, un proyecto que proponía la instauración de un sistema de supuestos más restrictivo que el vigente desde 1980 y cuya desaparición implicó la salida de Alberto Ruiz Gallardón.
La modificación modifica las leyes de Salud Sexual e Interrupción Voluntaria del Embarazo y la de Autonomía del Paciente para que el aborto vuelva a ser una de las tres excepciones en que una persona que ha cumplido 16 años de edad necesita el consentimiento de sus tutores legales, junto a la reproducción asistida y los ensayos clínicos. En caso de que la joven discrepe de sus tutores, tendrá que acudir a un juez para que medie en el conflicto.
La proposición de ley del PP ha contado con siete vetos de IU, CC, ICV, ERC, PSC, Podemos y PSOE, que han sido también rechazados. Todos los senadores que han defendido estos vetos han criticado que el Gobierno reforme la Ley de Salud Sexual e Interrupción Voluntaria del Embarazo de 2010 mediante una proposición de ley y no un proyecto para evitar los informes preceptivos, algo que, a juicio de la mayoría de la oposición resulta "escandaloso".
"¿Es así como defienden sus ideologías, por la puerta de atrás?", ha preguntado la portavoz socialista de Sanidad en la Cámara alta, Encarna Llinares, en relación al mecanismo elegido por el Gobierno para reformar la Ley del Aborto. Llinares ha señalado que la iniciativa no responde a una necesidad social porque "no ha habido manifestaciones en la calle para pedirla".
"INOPORTUNA" Y "ELECTORALISTA"
Estos senadores contrarios a la reforma han coincidido durante la defensa de los vetos en calificar la reforma de "inoportuna", "retrógrada" e "innecesaria" y en denunciar que "atenta contra la vida de las jóvenes" a las que "aboca al aborto clandestino e inseguro". También han tachado de "electoralista" esta propuesta para "acallar" a los sectores "más integristas" del PP y de la Conferencia Episcopal.
Todos han calificado de "falsa" la premisa que ha llevado al PP a presentar esta proposición, pues, según han explicado, con la ley actual es "obligatorio" informar a los padres y sólo en "casos extremos" no es necesario este consentimiento de tutores o progenitores por encontrarse la menor en una situación intrafamilar "grave".
La senadora del PP, Dolores Pan, ha defendido que la reforma busca proteger a los menores, por un lado, y devolver a los padres la capacidad de ayudar a sus hijas en una situación "tan dramática como ésta", por otro. "No caben por tanto interpretaciones más allá de la defensa del menor y que los padres puedan acompañarlas", ha indicado, para añadir que esto "no es un tema menor".
Asimismo, ha afirmado que en el tema del aborto "no hay un pensamiento único en la sociedad" ha subrayado la senadora 'popular'. "No sólo defendemos el criterio del PP sino el de las personas que se sienten de otros credos y posicione políticas que creen que una menor tiene que estar protegida en un asunto de esta trascendencia y que son sus padres quienes las proporcionan el mejor consejo", ha subrayado.