Cariño, te cuento un secreto
Ya siente su diferencia. Ya le ahogan sus sentimientos. Su empatía le golpea. Su extrema sensibilidad le bloquea...
Aún no domina los remolinos que nacen en lo más profundo de sus entrañas. Aún no controla las miserias que afloran, ni las bondades que su alma recrea. Pero ya es consciente de la existencia de un ‘yo’, único, extraordinario, personal e intransferible