Les sustrajeron también joyas y les amenazaron con quitarles el cuidado de dos familiares
Una mujer afronta una posible condena de cuatro años y medio de cárcel acusada de chantajear a dos hermanas de Lebrija (Sevilla), de quienes consiguió 40.000 euros y joyas tras amenazarlas con quitarles el cuidado de dos familiares o hacerse pasar por una jueza, todo con la ayuda de su marido.
La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Sevilla será la encargada de juzgar a Josefa G.Z. y Manuel C.G., para cada uno de los cuales la Fiscalía pide la misma pena por un delito continuado de extorsión, según han informado fuentes judiciales a Efe.
Los hechos, según el Ministerio Público, ocurrieron desde mayo de 2013 a marzo de 2017, periodo en el que las víctimas recibieron "con frecuencia" llamadas procedentes de un número de teléfono cuya titularidad corresponde a la entidad Conesión Cofrade pero que era utilizado "exclusivamente" por Manuel C.G., asociado de esa empresa que se presenta como "una oficina de telecomunicación al servicio del mundo cofrade".
Esas llamadas eran realizadas por la acusada, quien con el "propósito de constreñir la voluntad de las hermanas" les decía que "o le entregaban dinero y joyas o la Junta de Andalucía les iba a quitar de su cuidado a su madre y su hermana".
En otras ocasiones les advertía de que se presentaría en sus viviendas "para demostrar que las joyas de oro que tenían eran robadas" y en otras llamadas "se identificaba como una tal Adela, que era jueza de Sevilla", y les exigía dinero a cambio de "cerrar unas causas" que una tercera hermana de las víctimas "tenía abiertas con la justicia".
Después de llamarlas, la procesada acudía a los respectivos domicilios de las mujeres y estas le entregaban "en mano" tanto dinero como joyas de su propiedad.
Según la Fiscalía, una de las hermanas también envió distintas cantidades a través de cuatro giros postales cuya destinataria era la madre del acusado, y por tanto suegra de Josefa G.Z., quien sin embargo sufre de alzheimer y está ingresada en una residencia de ancianos de Lebrija "desde hace varios años", por lo que el dinero era recepcionado por la procesada.
En cuanto a las joyas, la encausada las vendió en dos establecimientos de compra de oro de la misma localidad, para lo cual firmó hasta doce contratos.
Josefa G.Z. ejecutó todas estas conductas "en connivencia" con su marido, según la acusación pública, que detalla que las cantidades entregadas por las víctimas rondaron los 40.000 euros y que las joyas han sido tasadas en 8.395 euros.