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Sevilla

Vidán: “El 96,2% de nuestra actividad es gracias a las cuotas de los afiliados”

Mascarilla y distancia de seguridad marcan la nueva normalidad con la que nos recibe Alfonso Vidán, secretario general de CCOO Sevilla...

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  • El servicio de atención recibió casi cien llamadas diarias, más de diez mil personas atendidas…Y no lo hemos hecho nada mal
  • Airbus ha tenido sustanciosos beneficios y por responsabilidad no puede arreglar el problema con despidos
  • No hay más que ver la postura de Vox con los ERTE o con el despido por causa de enfermedad. Los trabajadores no nacieron ayer, no son tontos

Mascarilla y distancia de seguridad marcan la nueva normalidad con la que nos recibe Alfonso Vidán, secretario general de CCOO Sevilla, para hablar del caos inicial que supuso el estado de alarma pero también del esfuerzo de su organización, casi 40.000 afiliados, por adaptarse y ayudar a trabajadores y empresas en una situación sin precedentes. Ahora, saca pecho del trabajo sindical y defiende su papel, sobre todo ante ataques externos. Nada de subvencionados, aquí casi todo viene de las cuotas de los afiliados.

Tenemos 38.400 afiliados, sólo tenemos por encima al Sevilla y al Betis. El 96,2% de nuestra actividad es gracias a las cuotas de los afiliados

La pandemia ha trastocado la sociedad, la economía y también la forma de hacer sindicalismo. Lo reconoce el secretario general de CCOO Sevilla, Alfonso Vidán, cuyo sindicato recibió más de diez mil llamadas hasta el fin del estado de alarma. Saca pecho del papel que han jugado en la defensa de los trabajadores, marca los deberes de las instituciones con los ERTE, la vuelta al cole, el colapso de la Justicia o el sector industrial, con Airbus como punta de lanza.

La irrupción del Covid ha sido un golpe para la sociedad pero en especial para lo laboral, por el paro y por el cambio en las condiciones de trabajo, ¿cómo lo ha afrontado el sindicato?

–En el inicio del estado de alarma nuestra primera preocupación era la salud del que seguía trabajando y fue casi nuestra única ocupación. Las dos primeras semanas, que las empresas no estaban preparadas, sin equipos de protección, con las instituciones sin tener nada claro, fue un poco caótico. Intentamos que la pandemia sanitaria no fuera ni social ni laboral, porque los primeros datos eran alarmantes, con 35.000 personas en el paro más y menos mal que la política de los ERTE paró la sangría, porque esos 225.000 parados hubiesen sido casi 400.000 y más de cien mil no tenían ninguna protección. El ingreso mínimo vital, por lo menos, ha paliado algo. Nuestra actividad fue atender a los ERTE, a las empresas, asesorar… Nos tuvimos que reorganizar, un nuevo modelo de atención a los compañeros, vía teléfono. El servicio de atención recibió casi cien llamadas diarias, más de diez mil personas atendidas…Y no lo hemos hecho nada mal. La opinión general es que hemos estado ahí, no se ha notado en la afiliación y se ha demostrado la utilidad del sindicato.

Pero ahora son otros los retos

–Sí, en las empresas, procurar que los ERTE no se conviertan en ERE, por eso hay que prorrogarlos en los sectores más afectados hasta fin de año. Y no hay que olvidar la negociación colectiva y la vía institucional, que se concreten los acuerdos que estamos llegando con partidos, Diputación y ayuntamientos con medidas coyunturales y estructurales, que no se queden atrás en las medidas sanitarias, en la prevención, que las subvenciones se liguen al mantenimiento del empleo y si autorizan el uso del superávit y cambia el techo de gasto, que se use en planes de empleo para parar la sangría laboral, y no bajar impuestos, que consideramos que es una vía errónea. Y poner nombre y apellidos ya a ese cambio de modelo productivo.

¿Cuáles son los sectores claves para el futuro de Sevilla?

–El aeronáutico, la industria, la agroindustria, el turismo, aunque no podemos vivir sólo del monocultivo turístico…

Pero el aeronáutico...

–Y no es sólo Airbus y los despidos directos, sino que afecta a un sector estratégico en el que se ha avanzado mucho. Ha tenido sustanciosos beneficios y por responsabilidad no puede arreglar el problema con despidos, hay que trabajar para que haya un plan industrial, nos movilizaremos por ello, y el Estado tiene que proteger, como otros países, un sector que es estratégico, con mucho valor añadido.

Hablando del papel de los sindicatos. ¿Qué le parece que Vox cree el suyo?

–Un anuncio espectáculo más que una preocupación real por la situación de los trabajadores, que no están para hacer bromas. La derecha y la ultraderecha solucionaron la crisis con políticas neoliberales que beneficiaron a las corporaciones más fuertes y aumentaron la brecha social. No hay más que ver la postura de Vox con los ERTE o con el despido por causa de enfermedad. Los trabajadores no nacieron ayer, no son tontos, y la legislación refrenda la representatividad, son los trabajadores los que deciden. A diferencia de en la política, en las elecciones sindicales el trabajador te está exigiendo ahí al lado, es una evaluación continua.

Pero les dicen que ustedes viven de las subvenciones y las ayudas. ¿De qué vive CCOO Sevilla?

–Tenemos 38.400 afiliados, sólo tenemos por encima al Sevilla y al Betis. El 96,2% de nuestra actividad es gracias a las cuotas de los afiliados. Además, constitucionalmente estamos mandatados para negociar para todos, no sólo para los afiliados, también se beneficia el no afiliado, por eso exigimos una Ley de Participación Institucional que reconozca el trabajo de los sindicatos. Pero hablar de que vivimos de las subvenciones es mentira, los datos están ahí, casi el cien por cien de nuestra actividad se sostiene con nuestras cuotas.

¿No les ha afectado la pandemia en la afiliación?

–Se ha mantenido, insisto, lo estamos haciendo bien.

La pandemia también ha afectado a las condiciones de trabajo…

–El teletrabajo ha venido para quedarse pero la digitalización no puede ser sólo ahorro de costes para las empresas, sino que hay que negociar las condiciones, porque la negociación colectiva pasa a ser negociación individualizada de las condiciones laborales y eso perjudica al trabajador. Y hay que desligarlo de la situación de la mujer, que al final, parece que es la que lo va a asumir, y respetar la conciliación. Hay que regularizarlo y a fondo, incluida la desconexión digital porque el trabajo no puede ser por sólo objetivos.

¿Cuáles son los retos para septiembre?

–La educación, que el Gobierno andaluz está teniendo una política de avestruz. No ha articulado ninguna medida política concreta, son las mismas ratios, con contratación de profesorado insuficiente, sin medios sanitarios… echamos de menos políticas incisivas, porque el riesgo está ahí y hay que invertir, estudiar la semipresencialidad y no olvidar la brecha digital, que el 20% no tiene medios. Hacemos un llamamiento a padres y madres para que no dejemos el problema para septiembre, que exijamos medidas ahora. Y la Justicia, que si ya había retrasos… No puede ser que un juicio por despido se fije para 2023, no hay tutela judicial efectiva, es una de las grandes olvidadas, por el Estado y por la Junta, por eso pedimos seis juzgados de lo social, por lo menos, para normalizar la situación. Y en sanidad, continuaremos las movilizaciones para que se mejoren las condiciones y se contrate más, sin esperar a los rebrotes, no basta con aplaudir a las ocho de la tarde. Y a nivel provincial, hay que trasladar a las empresas los acuerdos con partidos y ayuntamientos.

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