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Sevilla

Opositor a policía que impugnó las pruebas teme represalias

El testigo ha declarado este jueves en el Juzgado de Penal 10 de Sevilla, donde hay 45 procesados por prevaricación y revelación de secretos

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  • Juicio de las oposiciones a Policía Local. -

Uno de los opositores que no aprobó las pruebas a Policía Local en Sevilla de 2011 y 2012, por cuyo presunto amaño son juzgadas 45 personas -37 de ellas policías locales- ha admitido hoy en el juicio tener "miedo a represalias" por declarar así como la denuncia que hizo en su día al impugnar los exámenes.

El testigo ha declarado hoy en el Juzgado de Penal 10 de Sevilla donde hay 45 procesados por prevaricación y revelación de secretos, y a preguntas de la fiscal ha admitido tener "miedo" a declarar porque "cualquier que se haya movido en la Policía sabe las consecuencias que puede tener".

También "tenía mucho miedo" de declarar en el grupo Gepol de la Policía Local que inició la investigación y aunque para entonces el caso estaba "en boca de todos y había salido en prensa", ha insistido en que "lo que pasa es que hay mucho miedo y nadie quiere señalarse".

"Yo jamás hubiese impugnado una oposición si no tienes garantías de que estás dentro por miedo a represalias", ha admitido el testigo, que meses después de las de Sevilla aprobó las oposiciones a Policía Local en Linares (Jaén), donde ejerce actualmente.

Ha subrayado que ha "movido esto es para demostrar que mi supuesto práctico no está suspenso", por lo que aunque no es denunciante en este proceso penal sí tiene presentado un recurso contencioso-administrativo.

Aunque ha negado haber recibido amenazas directas, ha relatado que conoce comentarios hechos a terceros para que le llegaran como la llamada a un compañero suyo diciendo que "Alberto se ha creado 80 enemigos en Sevilla que están deseando pillarlo por Sevilla para ponerle el coche boca abajo".

El hoy agente de Linares ha explicado que comenzó a prepararse oposiciones a la Policía Local en septiembre de 2007 y se ha presentado a unas "quince o veinte" durante cinco años en los que "me he pateado Andalucía entera".

Según el agente, "en el mundo de las oposiciones nos conocemos todos" y al ver el listado de notas de las de Sevilla "hay sospechas de que algo raro está pasando" ya que aprueban con nota "personas que tienen poco nivel o que nunca se han presentado".

Al revisar su examen y el resto no le dejaron hacer copias pero "tras unas palabras subidas de tono de su abogado", pudo verlos y tomar notas, detectando las "mismas faltas de ortografía o errores" ante los que "se han tenido que filtrar cosas", exámenes "perfectos suspensos" y "supuestos prácticos rematadamente mal con buena nota".

"Aquello me cuadraba con comentarios que me llegaron de que habíamos unos opositores con muy buena nota en el test que con que sacáramos un 5 en el supuesto práctico, descuadrábamos para que gente que tenía que entrar no entrase", ha declarado.

A preguntas de varias defensas, ha negado que Gepol le informara de vínculos familiares entre algunos aprobados con policías locales o miembros del tribunal, sino que "son muchos años en el mundo de la oposición y existen comentarios".

En sus recursos ha aportado un listado de opositores que meses antes se presentaron a las pruebas para la Policía de Santiponce (Sevilla) con notas entre el 0 y el 2 ha leído la fiscal, ante lo que ha calificado de poco probable pasar de eso a "un 8 en Sevilla".

Previamente han declarado el inspector y el subinspector de la Policía Nacional que dirigieron el grupo de Policía Judicial que realizó un atestado sobre la convivencia del superintendente que presidía el tribunal y la hermana de un opositor aprobado, así como su relación con un sobrino político que también supero el examen.

Han señalado que no hicieron seguimiento de ellos sino que a petición de la Fiscalía y el juzgado solicitaron documentos sobre los contratos y consumo de suministros así como el domicilio que constaba en sus fichas policiales y en Recursos Humanos.

Han defendido que existían "indicios" de una relación entre el superintendente y la hermana de un opositor, aunque el jefe ha rechazado afirmar que fuera sentimental, y ha reconocido que la supuesta convivencia entre ambos no fue investigada por ellos sino que se asumió de una investigación previa de Asuntos Internos de la Policía así como un "error" en la identificación de uno de los coches del opositor que sirvió para indicar que vivía en casa de su hermana.

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