El concejal de Empleo, Economía, Fiestas Mayores y Turismo del Ayuntamiento de Sevilla, Gregorio Serrano, ha explicado este martes que se limitó a decir a Fitonovo que tenía un "potencial cliente" en el Cuartel de la Comandancia de la Guardia Civil de Montequinto, en Dos Hermanas, donde existía "un pequeño terreno de albero que hacía falta que fuera transformando con césped para los niños" de los miembros de la Benemérita.
Así, cabe recordar que el empresario de Fitonovo José Antonio González Baró, en su comparecencia como imputado ante la juez Mercedes Alaya dentro del caso 'Madeja', relató que el concejal popular Gregorio Serrano, siempre presuntamente, le "pidió el favor de que hiciera gratis un parque infantil en la comandancia de la Guardia Civil de Montequinto", petición a la que el empresario habría accedido para "congraciarse" con el gobierno municipal del PP.
Serrano ha realizado estas declaraciones a preguntas de los periodistas tras participar en la presentación de un proyecto con códigos QR, junto al alcalde, Juan Ignacio Zoido, quien ha esperado que "cuanto antes" se señale la fecha para la comparecencia del acto de conciliación previo a la interposición de una querella contra el ex jefe de servicio de Parques y Jardines Francisco Amores, quien en una conversación grabada en mayo "asevera que tiene documentos que pueden perjudicar al propio alcalde y que al parecer mantiene bajo custodia en una caja de seguridad de una entidad bancaria", según la Guardia Civil. "No he esperado ni 24 horas para presentarlo y estoy esperando que cuanto antes nos citen", recalca Zoido.
En este marco, Serrano explica que recibió en los primeros meses del gobierno a este responsable de Fitonovo, "que trajo unos proyectos para la ciudad y preguntaba si necesitaba algo de esa empresa". "Yo le dije que lo que necesitaba es que esos 50 millones que decía que tenía para invertir los invirtiera en Sevilla", afirma.
Serrano detalla que le indicó que había estado en el Cuartel de la Comandancia de la Guardia Civil en un acto oficial unos días antes y que había visto "un pequeño terreno de albero que hacía falta que fuera transformando con césped para los niños de la Guardia Civil". "Le dije que tenía allí ese potencial cliente y que se acercara a ver que podía hacer por ellos, pero desconozco que ocurrió, si hizo el trabajo, si lo cobró, si era de 150.000 o de 1.000 euros", aclara.
"Era una empresa de jardinería con la que hablaba, el día anterior vi el tema de jardinería y se lo comenté, algo que no tiene trascendencia e importancia pero que visto en ese contexto ahora parece que sí la tiene. En ese momento yo no sabía de qué empresa se trataba, ni que se dedicaban a esas cuestiones", sentencia.