Francisco Etxeberria, autor de los informes que determinaron que los restos óseos hallados en la finca familiar de José Bretón eran humanos y de niños de dos y seis años, afirma que, si finalmente se encuentra el cadáver de Marta del Castillo en la zona donde ha señalado el condenado por su asesinato, Miguel Carcaño, se podrá determinar tanto su identidad como las causas de su muerte, independientemente de que se hayan recubierto de cal.
En declaraciones este lunes a Europa Press, Etxeberria ha subrayado que, si "verdaderamente" se ha utilizado cal viva para cubrir el cadáver -- "casi 50 kilogramos"--, lo previsible es que los restos estén "conservados", sobre todo, en lo que respecta a los huesos.
"La cal, de hecho, lo que provoca es una deshidratación muy brusca, roba el agua. En ese sentido, evita la proliferación de las bacterias, y, por lo tanto, la putrefacción. Sin embargo, deja los tejidos resecos, como pelos y uñas, por ejemplo. Y, por supuesto, los huesos pueden estar bien conservados, al igual que las ropas y las prendas de vestir", ha aclarado.
Etxeberria ha recordado que la cal se solía utilizar "en contextos criminales con el fin de despistar a los perros y de evitar la putrefacción" y, por lo tanto, "quizá, dificultar que un perro pueda localizar un cadáver".
Pero a partir de ahí, según ha enfatizado Etxeberria, la cal es "un gran conservador de los tejidos". "Históricamente se ha utilizado en fosas comunes o en muertes epidémicas. Y también cuando mueren animales se ha recomendado, precisamente para que no haya un riesgo de enfermedades infecciosas", ha añadido.
LESIONES TRAUMÁTICAS
No obstante, ha querido dejar claro que, si existieran "lesiones traumáticas, groseras o traumacraneal" en los restos de Marta del Castillo, es previsible que "estos estigmas se puedan encontrar en el hueso".
"Yo calculo que los restos estarían bien conservados. A partir de ahí, el análisis se puede hacer perfectamente, y por supuesto, también incluso el esfuerzo por sacar AND, que estaría bien preservado en el interior de los dientes y en la profundidad de los huesos. Por lo tanto, la identidad como la patología forense son dos cuestiones que, si aparecen los huesos, yo creo que se podrán investigar", ha sentenciado.
Francisco Etxeberria ha recalcado que la cal dificulta la obtención del AND en el tejido blando porque lo deshidrata rápidamente, "pero, en la profundidad del hueso, o en el interior del diente, la cal prácticamente no afecta absolutamente nada", como lo demuestra el hecho de que haya experiencias y casos concretos "donde en cadáveres que han estado con cal, sin embargo, se ha podido extraer AND, y por lo tanto, es un esfuerzo lógico que se tiene que hacer".
"Yo pienso que, teniendo en cuenta la zona geográfica donde han sido enterrado los restos, y además el uso de la cal, las posibilidades de la identificación se podrán llevar a cabo perfectamente", ha repetido al referirse a la última teoría planteada por Carcaño.
En este sentido, ha considerado "muy importante" la tarea de prospección y trabajar "con planificación, con orden, sin prisas, no se tiene que acelerar nadie". Etxeberria ha dicho que esto "se sabe hacer. Hay recursos técnicos y humanos que lo pueden llevar a cabo, y trabajar casi diría al milímetro, verdaderamente no dejándose ni un solo espacio sin mirar".
"Es una tarea a veces desesperante en los primeros momentos, pero, ante un hecho tan grave, como puede ser éste, probablemente, si el juez lo estima necesario, y tendrá sus datos, ésta es una tarea que se puede llevar a cabo, por muy grande que sea la finca, y se tardará, seguramente semanas, en hacer la prospección", ha dicho.
Por ello, ha añadido que, "si de pronto aparecen los restos, a partir de ahí", hay que guardar "calma y prudencia". "No hay que acelerarse, hay que recuperarlos con mucho cuidado porque algunas de las evidencias pueden estar precisamente en ese detalle próximo al hueso y no conviene ahí ser muy brusco, ni muy enérgico ni precipitarse", ha concluido.