Alrededor de 80 barcos de cerco que faenan en aguas del Golfo de Cádiz, con base en puertos de Huelva y Cádiz, han retomado esta semana la actividad después de cumplir con una veda de 60 días de duración para dar descanso al caladero y propiciar la regeneración de especies como la sardina o el boquerón.
El presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Andalucía, Facope, Manuel Fernández, ha precisado que el regreso al trabajo ha sido "muy positivo" ya que el caladero "se encuentra en buenas condiciones", si bien ha señalado que "habrá que esperar unas semanas para ver cómo se comporta", sobre todo en el caso del boquerón.
Mientras tanto, estos dos primeros días, los cerqueros no han tenido problemas para capturar las cuotas establecidas y han llegado a puerto con un volumen de capturas que garantiza la rentabilidad de la actividad.
La veda obedece al acuerdo alcanzando entre el sector y el Gobierno central, y, como ha ocurrido en años anteriores, se ha llevado a cabo sin contar con subvención alguna, por lo que unos mil marineros se han ido al desempleo durante dos meses, han informado a Efe desde el sector.
Las embarcaciones que se dedican a esta modalidad en el Golfo de Cádiz están localizadas en los puertos onubenses de Punta Umbría e Isla Cristina y en los gaditanos de Barbate y Sanlúcar de Barrameda, y sus capturas principales son la sardina y el boquerón.
Esta parada es de obligado cumplimiento para que pueda seguir adelante la regeneración del caladero, garantizando la actividad en el futuro desde un punto de vista sostenible.
El fin de la parada supone el comienzo de una temporada que en lo que respecta al boquerón parten con un cupo de salida de unas 5.978 toneladas, un 17,7 por ciento más que en 2016, lo que, en principio, hace prever que, si bien serán necesarios intercambios de cuota con Portugal, los problemas de escasez de años anteriores serán menores.
