El gentleman cántabro Diego Sarabia cuajó una gran temporada de verano en Sanlúcar de Barrameda. Logró varias victorias, destacando la lograda en el Gran Premio Ciudad de Sanlúcar. Afrontó esta edición con las secuelas de haber sufrido semanas antes una fractura de tibia y peroné. Sus ‘acompañantes’ en la Ciudad de la Manzanilla, además de los caballos, fueron sus muletas. Acabó agotado por el esfuerzo realizado pero con menos dolor del esperado porque su mejor medicina la encontró en los éxitos obtenidos.
¿Cómo transcurrió el Gran Premio Ciudad de Sanlúcar?
—Fue distinto a lo previsto. Collio Side es un caballo que siempre sale relajado en este tipo de carreras y que coge el ritmo. Pero esta vez fue todo lo contrario porque salió tenso y a mitad de carrera se relajó. Me preocupé porque me sacaron varios cuerpos de ventaja a falta de 400 o 500 metros para el final. Al final todo salió bien y pude ganar esta carrera tan especial.
¿Cuando se vio vencedor?
—Cuando me puse primero y cuando pasé la meta porque siempre puede venir algún caballo que no controlas. Vi que tenía más caballo y que era difícil que me quitaran la victoria.
Se le vi emocionado tras cruzar la línea de meta.
—Sí, mucho, sobre todo por las circunstancias que me han rodeado. Ya no sólo es por ganar el Gran Premio Ciudad de Sanlúcar, que ya es emocionante de por sí sino por lo que me costó montar y llegar hasta aquí. Es lo por lo que pasé por estar aquí pero mereció la pena.
Me dicen que ‘recibió’ un homenaje en Bajo de Guía...
—Que va, no fue nada espectacular. Lo celebré con los amigos. No era una victoria cualquiera.
¿Ha sido la temporada más complicada que has afrontado en Sanlúcar?
—Diría que la más complicada en general porque mi pierna y mi tobillo estaban en un estado delicado. Me dijeron que hasta el mes de octubre no iba a poder montar en un caballo porque era peligroso. Quería montar aquí en contra de las opiniones médicas.
¿Esperaba conseguir tantos triunfos en estas condiciones?
—Al final han sido seis más otro para la Cuadra Ríos Cubas. Es difícil que vuelva a repetir algo así porque era algo que no me esperaba.
¿Cuántas victorias llevas en Sanlúcar?
—Tras el recuento que hicieron tras acabar el primer ciclo llevaba 26 más otros dos del segundo ya son 28.
¿Llegó a pensar de que no ibas a competir en Sanlúcar?
—Llegó un momento en el que pensé de que no lo haría. A partir de una primera semana con la escayola empecé a tener mi capacidad de recuperación. Comencé a pensar que podía competir porque una vez sin escayola sabía que subiría encima de un caballo.
Me imagino que con tanto agobio ahora toca descansar.
—Sí, eso está claro. El día 13 de septiembre compito en San Sebastián. Una semana de relajación tras haber estado en Sanlúcar me vendrá muy bien.
¿Cuántos años en Sanlúcar?
—Once y el que viene, en el que espero volver a estar aquí, doce.
¿Qué le ha parecido esta edición, la 170 de las Carreras de Caballos de Sanlúcar de Barrameda?
—Qué ha sido espectacular, como todas las que he afrontado en esta ciudad. Hay que valorar el esfuerzo que ha realizado la organización y la de toda la gente que hizo posible que se celebre algo tan difícil como semejante temporada. Ha sido sensacional y no es para menos.
Dicen que es un enamorado de Sanlúcar.
—Sin lugar a dudas (tajante).
¿Cómo le han recibido los sanluqueños?
—De manera maravillosa. Sólo puedo hablar maravillas de Sanlúcar. Otros años me he quedado en Málaga porque tengo casa allí y porque dispongo de un hipódromo cerca. Esta vez he decidido quedarme durante los dos ciclos en Sanlúcar. El año que viene repetiré porque me encuentro muy a gusto aquí. Lo que sí le pediría al Ayuntamiento es que debe tomar alguna medida para que pudiéramos entrenar un poco mejor.
Y ahora toca viajar a Santander.
—Me voy para casa para descansar un poco cuando no han pasado ni 24 horas desde que gané el Gran Premio Ciudad de Sanlúcar. Ya me tengo que poner la toga porque soy abogado y hay que empezar a trabajar.