El preciado langostino de Sanlúcar está alcanzando en esta campaña de pesca récord de precios en la subasta. El crustáceo sanluqueño, muy apreciado en la hostelería, sucumbe así a la ley de la oferta y la demanda. Mientras que en el año 2020 se capturaron 144.675 kilos de langostino de Sanlúcar, con un precio medio de 20,32 euros, en lo que va de 2022 apenas se ha llegado a los 24 mil kilos, según los datos recogidos en Idapes, el Sistema de información andaluz sobre datos de comercialización y producción pesquera de la Dirección General de Pesca y Acuicultura de la Junta de Andalucía.
Esta semana, el langostino de Sanlúcar ha alcanzado en lonja los 85 euros para el tamaño mediano, sin los gastos de gestión. Un precio que no se veía en la subasta de Bonanza desde hace mucho. De hecho, sólo en Navidad el precio de este crustáceo había llegado a rozar o superar los cien euros, al ser un marisco muy demandado para las cenas familiares. Desde 2021 los pescadores lanzaron la voz de alarma sobre la disminución de las capturas de langostino de Sanlúcar. Mientras que en el año 2020 se superaron los 144 mil kilos de capturas de langostino, en 2021 la cifra de capturas descendió a la mitad, en concreto, 75.223,2 kilos de langostinos fueron los que se comercializaron en la lonja de Bonanza, con un valor de 2.315.403 euros, subiendo en 10 euros el precio medio de venta por kilo.
El valor de este crustáceo ha ido aumentando progresivamente en la última década. Hace un año, un kilo de langostino de Sanlúcar costaba en la subasta 21,23 euros. ahora, dobla esa cifra (42,17 euros). En 2018, su valor ascendía a 22,89 euros, mientras que en 2019, cuando se capturaron algo más de 100 mil kilos, subió a 25,57 euros. En 2020, el año de mayores capturas de la última década, el precio bajó hasta los 20,32 euros de media y, al año siguiente, en 2021, se incrementó 10 euros más, hasta los 30,78 euros. A pesar de la merma de las capturas de 2020 a 2021, los ingresos por la venta de langostino no disminuyeron apenas. En 2020, con 144.675,95 kilos, la lonja facturó 2,9 millones de euros por la venta del langostino, mientras que el año pasado, con la mitad de los kilos, la facturación fue de 2,3 millones de euros.
Medidas y estudios
Desde 2021 la Cofradía de Pescadores de Sanlúcar de Barrameda viene alertando sobre la merma de las capturas de este crustáceo y apuntando directamente a un posible culpable: la presencia del cangrejo azul en la desembocadura del Guadalquivir, donde se sitúa el lugar de cría del Penaeus kerathurus, nombre científico de este crustáceo de tamaño mediano, comestible, muy apreciado y de alto valor comercial. En base a esa posible responsabilidad de la presencia de una especie invasora como el cangrejo azul en el estuario del Guadalquivir, la Consejería de Pesca incluyó la captura del cangrejo azul en la lista de especies explotables para el marisqueo en Andalucía. Sin embargo, el sector pesquero viene reclamando desde entonces - noviembre de 2021 - la autorización para su captura en la zona A de la reserva no sólo para mariqsqueo, sino embarcaciones. Para ello, y tras la modificación de la orden, desde el pasado mes de junio se ha comenzado a trabajar en un plan de pesca que permita capturar el cangrejo azul en esta zona de mayor vulnerabilidad, ya que es donde se cría el langostino. Precisamente el hábitat donde se cría este crustáceo es el que le confiere una de sus cualidades más preciadas: su sabor.
De momento, el sector continúa a la espera de que, por un lado, los informes y estudioa que llevan a cabo periódicamente los técnicos del IEO y el Ifapa arrojen luz sobre las causas que están provocando esta merma tan significativa de una de las especies más destacadas del puerto pesquero de Bonanza, el segundo en Andalucía tanto en volumen de capturas como en valor de estas en el mercado. La otra petición que el sector pesquero mantiene ante la Consejería de Pesca es que se adopten medidas que eviten la proliferación de una especie invasora como es el cangrejo azul, cada vez más presente en la desembocadura del Guadalquivir. El langostino de Sanlúcar es el buque insignia de la pesca local.
Para evitar el uso fraudulento de su denominación, garantizando su origen y calidad, en el año 2015, la Cofradía de Pescadores de Sanlúcar de Barrameda puso en marcha la marca de calidad ‘Langostino de Sanlúcar’, un distintivo que en los últimos años ha supuesto un reconocimiento y una puesta en valor de su imagen, vinculada a la calidad y frescura. Además, ha permitido mejorar su promoción en los distintos mercados y defender el Langostino frente a otros productos competidores. Actualmente, hay aproximadamente 100 operadores de la marca de calidad Langostino de Sanlúcar, entre comercializadores, restaurantes, pescaderías, y flota.
El langostino de Sanlúcar se encuentra en aguas poco profundas del caladero del Golfo de Cádiz. La flota de arrastre del puerto de Bonanza - con alrededor de 55 barcos dedicados a este tipo de arte de pesca - es la principal encargada de sus capturas, aunque también se dedican a ello los barcos de trasmallo.
