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San Fernando

Con diez años es más que suficiente

José Antonio Oliva quiere convertirse en un trabajador más de Navantia, retomar sus estudios universitarios y sobre todo su vida con su familia.

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Ha sido la cara de Navantia durante los últimos años y no sólo en el comité de empresa de San Fernando sino en el comité intercentros. José Antonio Oliva ha dejado el cargo y en breve pasará a ser el trabajador 6359 y lo que es más importante, a recuperar el tiempo perdido.

En una entrevista concedida a este periódico en la mañana de este viernes, Oliva ha aclarado que no se trata de un caso de discrepancias con sus compañeros del comité local o del comité intercentros, aunque la controversia es una constante en las relaciones entre personas “porque si es difícil ponerse de acuerdo entre los comités de la Bahía, mucho más con todos los de España”.

Oliva también ha desmentido que su retirada de la primera línea sindical –temporalmente sólo hasta que el nuevo responsable coja las riendas, luego definitiva- sea para entrar en política porque sería meterse en algo peor de lo que lo ha hecho replantearse el futuro.


El motivo no es otro que diez años en el sindicato con responsabilidades a sus espaldas, en un sector problemático que le quita a las personas todo el tiempo libre que necesita para su desarrollo personal y sobre todo que tiene un hijo de diez años con el que quiere convivir con normalidad, sin quitar que pueda retomar sus estudios universitarios.

El hasta el jueves presidente del comité de empresa de Navantia recuerda que su abuelo estuvo en Bazán y su padre también, aunque emigró a Madrid donde él nació. “Yo no quería Bazán pero al final he estado diez años en cargos de responsabilidad”, lo que hace que ahora añore su mesa de trabajo “que me está esperando”.

Es normal preguntar por el comité intercentros y las discusiones que pudieran darse porque no sólo está en ellos parte del futuro de Navantia, sino que dentro de ese futuro tienen que tener las cosas claras para que las cargas de trabajo que van al norte o llegan al sur no se conviertan en luchas intestinas.

Galicia es diferente
Sin embargo, sí considera que los gallegos tienen otra forma de ser, saben luchar por lo suyo tanto sindicalistas como políticos que no dudan en salir a la calle a reivindicar trabajo, sean del partido que sea en el caso de los políticos, mientras que en la Bahía los políticos son demasiado obedientes, demasiado pendientes de lo que les dicten los órganos de sus respectivas formaciones.

Oliva dice que si él hubiera sido el alcalde de San Fernando, José Loaiza, se hubiera puesto delante de la pancarta. “El primer día le habrían dicho de todo pero al tercer día lo habríamos considerado un compañero”.

No obstante, reconoce que los políticos gaditanos de todos los partidos han movido los hilos en Madrid para que las cargas de trabajo lleguen, aunque luego “nos utilizan políticamente” pero es parte del juego. Los trabajadores utilizan a los políticos y los políticos a los trabajadores.

Y no cree que una vez que deje de estar en primera fila le entre el “mono” porque “tengo muchas aficiones” y muchas cosas por hacer. Por lo pronto ya ha comenzado a hacer deporte y ha perdido dieciséis kilos desde la última revisión de empresa. Y es de esperar que no pierdo más.

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