La sangría de despidos que se sigue produciendo en la Base Naval de Rota, en los últimos días en el aeropuerto militar, ha hecho necesario un nuevo movimiento a nivel político. Este llega en forma de carta, la que el alcalde de Rota, Javier Ruiz Arana, ha enviado a primera hora de hoy al Comandante de las actividades navales de EEUU, Michael D. Macnicholl, solicitándole que interceda ante el Gobierno de su país para evitar estos atropellos.
Además se espera en la mañana de hoy una intervención política de todos los partidos de la localidad, con o sin representación, para mostrar un bloque cohesionado y denunciar esta situación, que está cobrando una gravedad nunca antes vista.
La carta remitida por el primer edil roteño reza así, y la reproducimos en su integridad. Ahora solo resta que cause el efecto deseado.
“Estimado señor:
Como usted sabe, la base naval de Rota de uso compartido entre la Armada española y la Marina americana, empezó a instalarse en este municipio en el año 1950. Desde ese momento y hasta la fecha actual, las relaciones que han existido entre la sociedad roteña y la población tanto fija como flotante que ha generado la Marina americana, se han desarrollado en un clima de total confraternidad. Tanto es así, que bien podemos decir que en esta ciudad se ha vivido un proceso de aculturación mutua entre dos formas de vida distintas, que ha conseguido la consolidación de muchas familias y relaciones afectuosas entre personal de la Marina y personal militar y civil español.
Esa aculturación a la que me refiero, ha sido posible en gran parte por la impronta y el carácter extrovertido de la gente de este pueblo que acoge a todo el mundo como si estuviera en su casa, como así reconoció el propio Presidente Obama cuando visitó nuestra ciudad el verano pasado; pero también ha tenido un peso muy específico el hecho de que la instalación del recinto militar haya supuesto, para muchas familias españolas, una buena oportunidad laboral.
Lo cierto es que la convivencia del pueblo de Rota con la base naval, ha sido siempre una convivencia pacífica, habiendo contribuido de forma decisiva esta actitud y generosidad de los roteños, a que hoy en día esta base sea un punto estratégico para la defensa nacional e internacional.
No obstante, esto no significa que todo haya funcionado bien, y que no existan problemas que debamos solucionar, y para lo cual pido su ayuda, ya que tanto usted como yo, que somos los que conocemos de primera mano la existencia de esos problemas porque vivimos aquí y lo hemos comentado en reuniones privadas, debemos hacerles ver a nuestros respectivos Gobiernos que es lo que no está funcionando bien, para que entre ellos, al ser los competentes en política internacional, desplieguen las negociaciones diplomáticas necesarias para poder solucionarlos.
En particular quiero utilizar esta misiva para exponerle dos problemáticas importantes que debemos abordar en su máxima amplitud:
Una de ellas es la situación en la que en estos momentos se encuentra el personal laboral local (PLL) al que, como usted sabe, se le tiene suspendido el derecho a la negociación colectiva por imperativo del Tratado Internacional suscrito por nuestros dos Estados, uno de los derechos más importantes en cualquier sociedad democrática. Convendrá conmigo que no es de recibo que Estados Unidos y el Reino de España, dos países de reconocida trayectoria democrática, puedan mantener privado de este derecho fundamental a un número importante de trabajadores. Por tanto, debemos insistirles a nuestros Gobiernos para que acaben de una vez con esta discriminación laboral a la que tienen inmersos a estos trabajadores, que no pueden, ni siquiera, defender sus condiciones laborales como cualquier otro trabajador.
En esta misma línea, y también en relación al personal laboral local, he de manifestar que desde hace años se está produciendo un incumplimiento sistemático de la ratio que en los acuerdos bilaterales se fijó en relación al número de personal americano y el personal español que debían trabajar dentro del recinto militar. Como usted sabe, dicha ratio está fijada en un 3x7, esto es, por cada tres trabajadores civiles americanos debe haber siete trabajadores españoles, ratio que ha sido reconocida por nuestro gobierno en sede parlamentaria, y por el gobierno de EEUU en diversos textos. Pues bien, estamos viendo como en los últimos años se está prescindiendo paulatinamente de personal español en beneficio de personal americano, lo que supone un incumplimiento del Tratado, y la sensación de muchos trabajadores y no trabajadores del recinto militar de que estamos ante una situación de pérdida de confianza en los trabajadores españoles, sensación que de propagarse pondría dar lugar a un cambio de percepción de la ciudadanía en cuanto a la presencia americana en la instalación militar y sus ventajas, circunstancia ésta que entiendo que debemos evitar a toda costa, toda vez que no traería consecuencias beneficiosas para ninguna de las partes.
Pero además de la situación del personal laboral local, existe otro hecho que nos está preocupando y mucho, en los últimos meses, y es la permanente externalización de servicios que está llevando a cabo la Marina americana, y que está teniendo como consecuencia, que se adjudiquen contratos a empresas (muchas de ellas multinacionales extranjeras) que en muchos casos vienen con su propio personal, y que prácticamente tienen un único objetivo a cumplir, el de no bajar del beneficio empresarial que se han marcado, con lo cual se está llevando a cabo diversos despidos y precarización en las condiciones laborales, que afecta muy negativamente al personal que venía prestando sus servicios en esas áreas.
Un claro ejemplo de esto, es el servicio de asistencia a los vuelos del aeropuerto. Este contrato se ha adjudicado hace cuestión de un año aproximadamente a la empresa “Louis Berger” que actualmente mantiene un conflicto laboral importante con la plantilla de trabajadores que han subrogado de la empresa que prestaba el servicio con anterioridad.
Según nos comenta el comité de empresa, y así lo hemos podido constatar con reuniones que he mantenido con representantes de la propia mercantil, se han llevado a cabo diversos despidos y se les está obligando a los trabajadores a que asuman unas condiciones laborales más perjudiciales a las actuales, con la amenaza de continuar la senda de despidos si no se aprueba el nuevo convenio colectivo en esos términos, lo que supondría un grave ataque al poder adquisitivo de un colectivo muy amplio, prácticamente todos ellos procedentes de la localidad.
Además, como consecuencia de las huelgas que se han iniciado por los trabajadores como señal de protesta por este conflicto laboral, se han producido una serie de hechos que entendemos que no se pueden consentir por atentar de forma clara y flagrante al derecho constitucional a la huelga, tales como: sustitución de los trabajadores en huelga por militares, desempeño de personal laboral de la empresa que no han secundado la huelga de funciones que no le competen, y la imposibilidad de acceder al recinto por parte de la Inspección de Trabajo para comprobar los hechos denunciados.
Pero además de todo lo expuesto, la empresa sigue llevando a cabo su propósito de seguir despidiendo a personal, y esto trae como consecuencia, además del impacto económico tan negativo para los trabajadores y por ende para nuestro municipio, que un servicio tan sensible como el que estamos tratando se está prestando en una malas condiciones que puede afectar inclusive a la seguridad, no ya sólo del recinto militar, sino de todo el término municipal.
También en este caso, resulta completamente necesario que por parte del Gobierno de Estados Unidos, que en definitiva es el cliente de la empresa “Louis Berger”, se le exija al contratista que respete las condiciones laborales de los trabajadores que tuvieron que subrogar y que resuelvan a la mayor brevedad posible el conflicto laboral que tienen abierto y que está afectando muy negativamente a la prestación del servicio.
Como máximos responsables, en su caso de la Marina americana en la base naval, y en el mío como representante del Excmo. Ayuntamiento de Rota, creo que debemos tomar cartas en el asunto y poner en conocimiento de nuestros Gobiernos todos los problemas existentes con el objetivo de que puedan solucionarse, y pueda seguir desarrollándose la convivencia entre el personal americano y la sociedad roteña en los mismos términos de normalidad y cordialidad que se ha venido produciendo durante todos estos años, lo que resulta necesario para todas las partes.
Por la parte que me toca, ya he tenido la ocasión de exponerle toda esta problemática a la Ministra de Defensa de nuestro Gobierno, y estoy convencido de que tendré su ayuda para que también le traslade los problemas a vuestro Gobierno, con el objeto de que se pueda dar una solución satisfactoria a los mismos.
Sin otro particular, agradeciéndole de antemano la colaboración que estoy convencido que va a prestar, le reitero mi consideración más distinguida.
Fdo.: José Javier Ruiz Arana
Alcalde-Presidente
Excmo. Ayuntamiento de Rota"