La asociación Takiwatanga celebró en ‘La Forestal’ su primer festival inclusivo. Una iniciativa ideada para la diversión de los más pequeños. “El objetivo es que los niños tanto con diversidad funcional como neurotípica puedan pasar una tarde de ocio y diversión con sus familias sin ningún tipo de exclusión”, explicó Virginia Gutiérrez, vicepresidenta de Takiwatanga.
Pintacaras, hinchables, actividades deportivas, proyección de películas y talleres como el de construcción de un molinillo de viento fueron algunas de las muchas actividades que se celebraron en esta jornada que, pese a estar metida de lleno en plena ola de calor, contó con una buena participación. La diversión era la misión primordial, aunque con la creación de este festival también se buscó crear un espacio libre de discriminación o desigualdad en el que todos los niños y niñas se pudieran sentir acogidos a pesar de su condición. La igualdad era el concepto en torno al que se levantó todo en el recinto.
Un recinto en el que no solo estuvieron presentes los pequeños y sus familias. También muchos comercios locales y asociaciones apoyaron a Takiwatanga mediante distintos stands como Myduck, Duldi, Sáhara Libre o Ayúdame a Ayudar, que llegó desde San Fernando con una intención clara: ofrecer apoyo y unir a tantas familias que viven cada día una situación similar en sus hogares y hacerles ver que no están solas. “Nosotros hemos encontrado muchos casos desesperados. Se vuelven locos y no saben dónde acudir.”, explicó una voluntaria de Ayúdame a Ayudar. “Los conducimos a donde tienen que llegar y poco a poco van saliendo, pero es un camino muy duro”, añadió.
Llegó impulsada por un deseo. Impulsada por la solidaridad.
