La presidenta de la Asociación Cultural Carnavalesca de Ronda, Mariló Jiménez, nos atiende en la sede.
Una asociación totalmente renovada, ¿cómo se ha trabajado para la fiesta de 2017?
--Se ha trabajado muy bien porque hemos hecho un grupo nuevo con gente con muchas ganas de cambiar y de que la asociación no se nos viniera abajo porque últimamente no estaba funcionando mucho, se queda dormida durante el invierno hasta que llega Carnaval y luego volvemos a lo mismo. La idea era darle contenido durante todo el año y montar actividades.
¿De qué tipo de actividades hablamos?
--Meternos en los colegios, pero este año hemos llegado tarde. Los proyectos hay que entregarlos antes de que acabe este curso. Nos encontramos en conversaciones con Educación para que se oferte el Carnaval como actividad extraescolar. Lo ofertamos y en función de los que se apunten hacer diferentes grupos en los distintos colegios, nos haríamos cargo la asociación, mandaríamos a una persona una vez en semana por lo menos y ayudados por los monitores de los centros. Más que aficionarse, que los niños sepan qué es el Carnaval, que tiene una historia, es cultura y no solo es disfrazarse e irse a la calle. Si aparte sacamos algún grupo más infantil pues mejor. Por otro lado, hacer viajes, montar talleres de guitarra y percusión…
¿Cómo ha sido el trabajo con el Ayuntamiento?
--Estamos trabajando bien, de forma distinta, porque nosotros estábamos acostumbrados a entregar un presupuesto y lo debatíamos con el Ayuntamiento que decía si aceptaba o no para la posterior organización desde la asociación, pero ahora, actualmente, lo estamos haciendo en conjunto. Las leyes han cambiado, tenemos muchas trabajas legales, y así si nos estamos encontrando con obstáculos que antes no teníamos. Otros años manejábamos el presupuesto y ya está, ahora hay que pedirlo con tiempo, aprobarlo y el dinero para una cosa no se puede gastar en otra. María José Sánchez, la edil de Fiestas, nos está apoyando en todo dentro de sus posibilidades.
¿Cómo está viendo la acogida con tanto cambio?
--La verdad que muy bien: el pregón, la gala, las migas y la calbalgata estuvieron fantásticas. La chorizada muy bien dentro de que tenemos que ser conscientes de lo que cada acto es.
El agua ha provocado que la cabalgata fuese aplazada al domingo…
--No podíamos arriesgarnos a sacarla. Otros años, pasa igual que en Semana Santa, llueve y no sale, pero nos daba mucha pena ya que todo está preparado: las carrozas, las reinas y Dios Momo han hecho sus gastos en trajes…
Este año, se ha distinguido la labor de Marcos Morilla durante todos estos años y se le ha otorgado el Escudo de Oro. Más que merecido…
--Sí, el Escudo de Oro lo concede la asociación y por lo tanto tenía que ser cercano a la asociación y que haya estado implicado con la fiesta, no tiene porque haber salido en agrupaciones. Dándole vueltas pensamos que ya era hora de reconocer la labor de Marcos. Me acuerdo hasta de que tenía un cubo de duros en el escaparate de su establecimiento y dar el premio en duros, son muchos años lo que lleva su tienda colaborando con el Carnaval.
¿Va a continuar trabajando la asociación en la línea de la cantera?
--En principio la idea es esa, porque somos conscientes de que la cantera es el futuro, pero no principalmente porque también queremos apoyar a las agrupaciones adultas y espero que la peña de la reina ya que le ha picado el gusanillo forme comparsa femenina el año que viene. También a los que se nos han ido quedando detrás pues iremos llamándolos e implicarlos para que se anime porque los niños también necesitan referentes. Este año nos hemos volcado en la cantera puesto que el año pasado nos salvaron la fiesta.
¿Qué cree que le está pasando al Carnaval estos años?
--Es complicado, pero creo que le está pasando lo que le está pasando a más ámbitos. Llegó la crisis, después en Ronda tenemos ese parón inevitable que los niños al cumplir la mayoría de edad se tienen que ir fuera, algunos vuelven pero otro no. Todo se ha rodeado y en Ronda somos así, tenemos altibajos, ahora está de moda la Ronda Romántica y no importa gastarse dineral en un traje y después no somos capaces de vestirnos en Carnaval, y sí en Halloween.