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Puente Genil

La proliferación del picudo rojo amenaza la población de palmeras

Algunos ejemplares emblemáticos, como los situados en la Plaza de San José están siendo objeto de tratamiento

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  • Palmeras de San José -

El concejal de Medio Ambiente, Pepe Espejo ha reconocido que los técnicos del Área de Parques y Jardines de la empresa municipal Egemasa, están duplicando los esfuerzos para combatir los devastadores efectos del “picudo rojo”, una especie invasora que está atacando con gran fiereza a las más de 300 palmeras repartidas por todo el término municipal de Puente Genil, provocando ya la muerte de algunas de ellas.

En rueda de prensa convocada en el Ayuntamiento, Espejo explicó que en Puente Genil hay tres especies de palmeras; la whasingtonia, con 248 ejemplares;  la canaria, con 118; y la común o datilera, con 22; “siendo las más afectadas por el momento las palmeras de la especie canaria, algunas de las cuales se encuentran en sitios emblemáticos de la localidad, como las que se encuentran en la Plaza de San José”.  En este sentido, el concejal recordó que el tratamiento que se está llevando a cabo es de dos tipos, “uno más agresivo, consistente en una inyección en el ápice que implica el tener que perforar por completo la palmera; y otro menos eficaz consistente en un baño foliar”. Además, los técnicos están realizando tratamientos paralelos que incluyen podas y una atención específica para poner coto a una situación que en los últimos dos años ha ido a más, lo que ha dado al traste con algunas de las palmeras situadas en el Plaza del Tropezón, el jardín de la calle Lemoniez, calle Nueva (junto a Ramiro de Maeztu), y pisos de los maestros en el Parque de Los Pinos.

El Picudo Rojo (Rhynchophorus Ferrugineus) es una especie de escarabajo originario del sureste asiático. Se cree que su introducción en la Península Ibérica se produjo de manera accidental en el año 1994 procedente de una partida de palmeras infectadas importadas desde Egipto. Al adaptarse a un nuevo medio en ausencia de depredadores naturales, la población se ha propagado exponencialmente desde entonces por Andalucía, Murcia, Comunidad Valenciana, e incluso las Islas Canarias. Por el momento, se calcula que el 60% de las palmeras de Puente Genil ya están infectadas, un mal que podría ser peor de cara a los próximos meses, ya que, el “picudo” suele mostrarse más feroz en aquellas épocas del año donde las temperaturas suelen ser más agradables.  Pepe Espejo finalizó recordando a los propietarios de aquellas palmeras que se encuentren en situación irreversible que su obligación es talarlas y después quemarlas o enterrarlas para evitar la expansión de la plaga. 

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