La Fiscalía de Menores de Granada ha realizado en lo que va de año 32 intervenciones por absentismo escolar, de las que ocho han derivado en la interposición de denuncias contra los padres de los niños afectados, según ha informado el fiscal de menores, José Rogelio Muñoz.
Muñoz ha trasladado estos datos a los periodistas antes de participar este miércoles en la Comisión Provincial contra el Absentismo Escolar, donde se ha puesto de manifiesto que los niveles de absentismo en la provincia se han reducido en un 46 por ciento en el último año, arrojando un índice mínimo de alrededor de un 0,7 por ciento del alumnado.
El fiscal ha destacado que desde la puesta en marcha del protocolo para luchar contra este fenómeno en el conjunto de Andalucía las cifras de absentismo han descendido de una manera "importante" y en el caso de la provincia de Granada se encuentra en unos "límites mínimos", "centralizado en una determinada población y en una disminución progresiva".
De las 32 intervenciones que ha tenido la Fiscalía de Menores en este asunto, ocho han terminado en denuncia contra los padres y otras han sido derivadas a la Administración para instarle a tomar medidas de protección en función de las circunstancias que rodean a las familias de los menores, puesto que en algunos casos no se puede acusar a los padres de no haber hecho "todo lo que está en sus manos" para que sus hijos asistan a clase.
La Comisión Provincial contra el Absentismo Escolar de este miércoles ha estado presidida por la delegada de Educación, Cultura y Deporte de la Junta en Granada, Ana Gámez, y a ella han asistido también representantes de la Diputación, la Policía Autonómica, entidades sin ánimo de lucro, asociaciones de madres y padres y de la dirección de los centros educativos.
Esta última sesión de 2014 ha servido para hacer balance de la marcha del absentismo en la provincia y para dar a conocer las nuevas medidas puestas en marcha desde la Delegación de Educación.
"En los últimos años, y a pesar de las zancadillas del Gobierno central, que retiró su aportación, el índice de absentismo en Granada se ha reducido desde un 11 a un 0,7 por ciento, un porcentaje residual que es resultado de la buena labor realizada en nuestra provincia", ha explicado la delegada, quien afirma que la Junta ha mantenido todos los recursos materiales en materia de compensación educativa, con una inversión de 1,6 millones de euros.
PLANES PROVINCIALES
Algunas de las zonas educativas que más han reducido su nivel de absentismo son las afectadas por el programa 'Chipé Calí', un plan específico que se puso en marcha el pasado curso y que ha intervenido con 1.700 alumnos de etnia gitana de 179 familias de la provincia.
A este plan, y a la ampliación de la red provincial de Comunidades de Aprendizaje, se suman ahora nuevas medidas "que surgen con la idea de continuar trabajando para erradicar definitivamente el absentismo y el abandono temprano, así como para potenciar la mejora de los resultados escolares de todos los niños".
Entre ellas, destaca el nuevo proyecto 'Atreve-T', una iniciativa puesta en marcha en este curso cuyo objetivo es la promoción y titulación del alumnado en riesgo de abandono escolar.
Fundamentalmente los destinatarios son alumnas embarazadas, sobre todo de etnia gitana, con circunstancias familiares y sociales muy complejas que les impiden la asistencia regular al centro educativo. Hasta ahora, esta actuación ha facilitado la continuidad escolar a siete jóvenes procedentes de Salobreña, Loja, Montefrío y Guadahortuna.
Otra de las novedades de este curso tiene que ver con la dinamización de la educación compensatoria mediante el proyecto 'Compens-Arte', un programa que utiliza el teatro, el arte, el circo y la dinámica grupal como herramientas esenciales para la mejora de la convivencia, la permanencia en el centro educativo y la promoción del alumnado en riesgo de abandono.
Asimismo, se ha llevado a cabo otra iniciativa en colaboración con los ayuntamientos de Pinos Puente, Montefrío e Iznalloz, mediante la cual los jóvenes en riesgo social se forman para intervenir como monitores de tiempo libre con alumnos más pequeños, también en riesgo de exclusión social.
