El Producto Interior Bruto (PIB) andaluz aumentó un 18,2% entre abril y junio. Los datos hechos públicos el jueves pasado por la Consejería de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades confirman, según el informe remitido a los medios de comunicación, la recuperación económica en la comunidad.
El documento recopila datos sobre el
incremento del tejido empresarial y el mercado de trabajo, el
superávit comercial o el buen comportamiento de la
actividad industrial para concluir que la comunidad crece de manera significativa y positiva en relación al resto de las regiones españolas.
Las previsiones económicas, además, barajan un
crecimiento de entre el 5,4% y el 6% este año, y una aceleración aún mayor en 2022, que permitiría volver a registrar cifras previas a la crisis sanitaria.
El director de
Adecco Group Institute,
Javier Blasco, también considera que Andalucía muestra una
clara tendencia que despierta optimismo y da por hecho que
“no se trata únicamente del rebote” de la actividad económica tras la relajación de las medidas de prevención del Covid y la recuperación de la movilidad y, por tanto, del grueso de la actividad económica. Además, confía en que los ahorros de una determinada parte de la población a causa del confinamiento y los posteriores periodos de restricciones
impulsen el consumo conforme se vuelva a la antigua normalidad.
En este sentido, el presidente de la
Asociación de Trabajadores Autónomos de Andalucía (ATA),
Rafael Amor, ve clave
incrementar el ritmo de vacunación porque, sostiene,
“cuando hay inmunización hay empleo”. Pero admite cierto temor ante el futuro porque la evolución de la pandemia sigue siendo una
incógnita con las variantes imprevisibles del Covid.
Patricia Laguna, secretaria de Mujer de CCOO de Andalucía, advierte, por su parte, que, antes de hablar de recuperación, es preciso abordar
reformas estructurales para aprovechar la coyuntura favorable para reforzar derechos,
mejorar los salarios y diversificar la economía, evitando que el peso de la actividad económica recaiga mayormente en el turismo, comercio y hostelería. Y apunta a los problemas que atraviesan la mitad de los desempleados, que carecen de cualquier tipo de prestación.
“Hay que vacunar, si hay inmunización, hay creación de empleo”
Andalucía lideró el crecimiento de los autónomos en España en 2020, con 548.384, unos 9.060 más pese a la irrupción del coronavirus y solo seis meses después, la comunidad autónoma se situó
al frente del ‘ranking’ nacional, superando a Cataluña, con el mayor número de trabajadores por cuenta propia. En julio, las cifras son nuevamente favorables, “
a pesar de la incertidumbre que nos provoca aún la pandemia”, apunta Rafael Amor, presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos de Andalucía (ATA).
“Todo apunta a que
agosto nos dejará también unos datos positivos, tanto en empleo como en afiliación”, agrega. Pero advierte de que, “en el tejido empresarial, ante esta quinta ola, las posibles restricciones o el comportamiento del turismo, hay un
clima de incertidumbre de cara al próximo otoño y ya se percibe
cierta desaceleración en el ritmo de creación de empleo. Tenemos que ser prudentes”.
En este sentido, recuerda que “todavía
hay más de 48.000 autónomos en cese de actividad”, cuyo futuro es una incógnita. Para apuntalar la recuperación, Amor considera que “hay que seguir incrementando los ritmos de vacunación porque, como hemos dicho en otras ocasiones”, y se está comprobando en la práctica,
“cuando hay inmunización hay empleo”, y también remarca la necesidad de “seguir manteniendo las
medidas de estímulos y las ayudas” al sector, al tiempo que se “siga impulsado la apertura del sector turístico, que es fundamental no solo para la reducción de trabajadores en expedientes temporales de regulación de empleo (ERTE), sino también para el incremento de la generación de empleo”. Finalmente, valora la “existencia de una
estabilidad y certidumbre política” en Andalucía y, por parte del Gobierno autonómico, “un diálogo fluido con todos los agentes sociales y los sectores relevantes”.
“Para atraer empresas hace falta talento, formación y recualificación”
Javier Blasco, director de Adecco Group Institute,
no tiene dudas sobre la recuperación económica en Andalucía. “Los datos de empleo y afiliación son positivos -señala-, marcan una
tendencia más allá de la estacionalidad” de la actividad laboral vinculada al turismo, el comercio y la hostelería.
“En el caso de esta comunidad autónoma
hay algo más que un rebote con respecto al desierto de 2020”, concluye. Pero advierte de que la progresión puede verse truncada en el futuro inmediato. Por un lado,
se pregunta si los crecimientos previstos del PIB seran suficientes para mantener el ritmo de la recuperación en el mercado laboral. Por otro, recuerda que
“la batalla contra el Covid no está ganada” y admite que existe mucha incertidumbre aún, pese a la vacunación.
“Conocemos la amenaza de la inflación o del déficit”, pero
no cómo evolucionará la pandemia, hasta el punto de que países como Australia o Portugal, que “estaban haciendo las cosas muy bien”, sufren los estragos de la enfermedad. En tercer lugar, “la
interdependencia con Europa y el resto del mundo”, no solo en el sector servicios, sino también en la industria, condiciona igualmente.
“Hay que ser optimistas”, aconseja, y, en cualquier caso, aprovechar instrumentos para apuntalar la recuperación como los
fondos europeos Next Generation.
“Otra de las claves es la estructura productiva vinculada a las personas”, agrega. Blasco apunta la importancia de
invertir “en formación y la recualificación para potenciar el talento en sectores productivos con mayores niveles salariales, industria o construcción, o enriqueciendo la hostelería y el comercio”. Andalucía, explica,
“no solo tiene un problema de paro, sino también de sueldos moderados”, añade. “Las políticas activas de empleo son”, por lo tanto, “muy importantes”.
“Las empresas recalarán en la región si encuentran un entorno favorable”, afirma.
“Parece que esto depende únicamente de lo que vale el suelo industrial o el coste de determinadas inversiones”. Sin embargo, hay que tener presente que
“las empresas vienen siempre que encuentren talento”, sostiene. También es imprescindible que encuentren certidumbre. “La derogación de la reforma laboral es un mensaje disuasorio”, pone de ejemplo. “Hay que lanzar, por el contrario,
mensajes de estabilidad, transparencia, seguridad jurídica y flexibilidad”, defiende.
“No se puede hablar de recuperación hasta que no se recupere el consumo”
Los datos sobre el descenso del desempleo en julio son alentadores, pero Patricia Laguna, secretaria de Mujer de CCOO de Andalucía, prefiere ser cauta.
“Es pronto para hablar de recuperación”, apunta, y plantea esperar a final de año para valorar la evolución en su justa medida. De entrada, aporta, no obstante, cifras y claves que no dejan espacio a la euforia mostrada por la Junta en los últimos días en notas de prensa, declaraciones a los medios de comunicación y perfiles institucionales en las redes sociales.
En primer lugar, advierte de que
la afiliación cae y, en términos absolutos, con 829.000 parados,
el desempleo se sitúa por encima del mismo mes de 2019, cuando se contaron 752.800. Por otro lado, subraya que todavía quedan 96.380 personas acogidas a ERTE, que, además, perciben
una media de en torno a 500 euros, según las cifras que maneja el propio Ministerio de Trabajo.
“Es difícil hablar de recuperación”, subraya, mientras los asalariados ven mermados sus ingresos.
“No habrá recuperación -insiste- si no hay recuperación del consumo”. Y no es fácil en las circunstancias actuales, teniendo en cuenta, además, que u
no de cada dos desempleados no tiene prestación económica alguna. Laguna propone, entre otras medidas,
“reformas estructurales” que sirvan para crear empleo al margen del turismo, el comercio o la hostelería, la derogación de la reforma laboral, la subida del SMI y el aprovechamiento de los fondos de recuperación de la
UE Next Generation.