El perfil de Twitter de la Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía ha celebrado en el último mes que los metros de Sevilla, Málaga y Granada han transportado a diez millones de viajeros y ha detallado inversiones millonarias para sus ampliaciones; ha informado, asimismo, de que el Gobierno autonómico recupera 88 millones de fondos europeos para reactivar el proyecto de tranvía de Alcalá de Guadaíra, con los inicios de los trabajos previstos para 2022; y ha dedicado una media docena de publicaciones al convenio firmado con el Ayuntamiento de Jaén para hacer rodar los convoyes tras diez años paralizados.

“La Bahía de Cádiz no aparece, sin embargo, en el muro del perfil institucional de la Consejería”, lamenta uno del algo más del medio centenar de trabajadores que se quedó en la calle a finales de marzo tras finalizar el contrato con LogiRail para el servicio de actividades auxiliares en el periodo de pre-explotacion del tren-tranvía Chiclana-San Fernando-Cádiz. La Bahía de Cádiz no merece un solo tuit, pero tampoco la consejera responsable, Marifran Carazo, ha vuelto a abordar la situación en la que se encuentra la infraestructura, pese a que se comprometió a que se venderían billetes en el primer semestre de 2020 y entre mayo y el mes pasado ha habido novedades.

Además de la licitación de contratos vinculados, como el de la fase V del servicio de vigilancia y seguridad contra intrusión y riesgos derivados del recinto de talleres y cocheras, con un importe de unos 50.000 euros, o el seguro todo riesgo de daños materiales para las unidades, por valor de 163.000, LogRail ha renovado. Pero el futuro de los empleados, que acumulan más de 1.200 horas de conducción y regulación, es incierto.

Entretanto, se buscan la vida. Una minoría fue recolocada, en torno al 5% del total, para desempeñar diferentes funciones auxiliares en Renfe vinculados a movilidad geográfica que en muchas ocasiones obligan a realizar más de doce horas o abandonar a la familia, con unas condiciones en precario. También se han tenido que mover a otras comunidades por una miseria de salario e incluso hay quien ha rechazado ofertas a la espera de reanudar su actividad con LogiRail y hasta se han jubilado antes de poder comenzar a trabajar.

Empleados de todos los metros y tranvías han mostrado su apoyo al colectivo por la difícil situación que atraviesa. Pero la realidad es que, trece años después del inicio de la infraestructura, las unidades siguen rodando puntualmente entre Chiclana y San Fernando, en septiembre de 2020, por primera vez hasta Cádiz, pero ni da empleo ni transporta viajeros. La Junta de Andalucía sigue sin explicar por qué.

“Gobierno y Junta solo ponen piedras en el camino”

Pepe Aroca lo tiene claro. “El tranvía Chiclana-San Fernando-Cádiz no circula porque la Junta de Andalucía y el Gobierno central compiten en ver quién pone más piedras en el camino”, asegura como miembro del Sindicato Ferroviario y en calidad de portavoz de la plataforma Conexión Bahía, constituida recientemente por una veintena de entidades para reclamar “un transporte público y sostenible”.

Las siete unidades que conforman la flota completaron en septiembre de 2020, casi doce años después del inicio de las obras, el proceso de homologación para circular por la vía férrea y se trabajaba en ultimar los respectivos convenios con Adif y con Renfe, que explotará el servicio. Pero no hay novedades ni fecha para que circulen.

“Algo parecido ha pasado con el tranvía de Jaén”, cuyo proyecto ha sido relanzado en las últimas semanas con el acuerdo alcanzado por el Ayuntamiento y la Administración autónomica, que se encargará de la gestión. La falta de sintonía entre Gobierno y Junta también ha impedido dar una solución durante más de dos años a los usuarios de los trenes entre Osuna y Pedrera, obligados ha trasbordos después de que el temporal dañara el puente metálico sobre el río Blanco, a la altura del municipio sevillano de Aguadulce.

Aroca confía en que el tranvía de la Bahía de Cádiz eche a rodar porque “la experiencia nos dice que funcionará y reducirá el uso del coche privado”, objetivo de la plataforma. “Debemos convertir la red ferroviaria en eje básico del transporte metropolitano, así como consolidar una red de autobuses gestionada desde lo público”, añade.