Las lluvias torrenciales en Bélgica han dejado ya 20 personas fallecidas y otras tantas desaparecidas, así como miles de afectados y enormes daños materiales en el sur del país que aún deben ser cuantificados, según el último balance oficial ofrecido por el Gobierno belga en una conferencia de prensa.
El primer ministro belga, Alexander de Croo, dijo que las inundaciones "pueden ser las más catastróficas que haya visto" Bélgica y decretó un día de duelo nacional para el próximo martes.
La ministra del Interior, Annelies Verlinden, informó de que nueve de los fallecidos aún no han podido ser identificados y que "sigue sin descanso la búsqueda" de los desaparecidos y advirtió de que las cifras podrían evolucionar en los próximos días.
Las inundaciones provocadas por las fuertes lluvias, que comenzaron el miércoles y han ido amainando a lo largo de la jornada de hoy, han obligado además a evacuar a "miles de personas" y "muchas más" han sufrido daños materiales que solo podrán ser cuantificados en los próximos días, según la ministra.
Las región meridional de Valonia y la provincia flamenca de Limburgo, colindante con Alemania, son las más afectadas por unas lluvias están causando también devastación en Alemania, dónde hay más de cien muertos y cientos de desaparecidos, e importantes daños en Luxemburgo y Países Bajos, dónde por el momento no hay que lamentar víctimas mortales.
En la provincia de Lieja, la más perjudicada por las crecidas de los ríos Mosa, Ourthe, Ambleve o Vresde y sus afluentes, las precipitaciones alcanzaron una intensidad que se da una vez cada 200 años, casi tres veces superior a lo habitual en la zona, según el Instituto Meteorológico belga.
Aunque los caudales han aminorado a lo largo de la jornada, el Ejecutivo advirtió de que la situación "sigue siendo crítica" en algunos puntos de la provincia de Brabante Valón y de Limburgo, dónde este viernes se abrió una grieta en un dique que las autoridades intentan reparar contrarreloj.
DAÑOS MATERIALES POR CUANTIFICAR
Las inundaciones han dejado sin electricidad a más de 41.000 hogares, obligado a cortar carreteras y el tráfico ferroviario el sur del país, provocado el derrumbe de al menos una decena de viviendas y amenazan con hacer colapsar otras infraestructuras.
Los medios de comunicación muestran imágenes de viviendas derrumbadas, comercios anegados de agua, coches y escombros apilados tras ser arrastrados por la corriente y vecinos intentando salvar sus pertenencias o abandonando sus hogares por el tejado.
El Gobierno, que ha iniciado el proceso para declarar las áreas inundadas zona catastrófica, advirtió hoy de que llevará aún varios días restablecer totalmente el servicio de transportes y energético.
"Los daños serán enormes y los bienes de muchas personas han desaparecido. El camino será largo y difícil", dijo la ministra del Interior, quien agradeció las muestras de solidaridad que se están dando en todos los puntos del país con la organización de donaciones y recogida de bienes de primera necesidad para los afectados.
A falta de cuantificar los daños, el ministro-presidente de Valonia, Elio di Rupo, anunció ya varias ayudas a los afectados: un préstamo inmediato a cada siniestrado de hasta 2.500 euros a través de los ayuntamientos, préstamos de hasta 50.000 euros sin intereses para autónomos y empresas, una dotación de 2,5 millones de euros que canalizarán los municipios para las acciones más urgentes y el desbloqueo de 5 millones de euros para actividades de limpieza de las zonas afectadas.
El Gobierno belga agradeció el apoyo de Francia, Italia y Austria, que han enviado 250 profesionales de salvamento, 20 embarcaciones y varios helicópteros, y abordará con la Comisión Europea las posibilidades de ayudas financieras a los afectados.
PAÍSES BAJOS
En Países Bajos, miles de residentes de varios pueblos de la provincia de Limburgo están siendo evacuados como medida de precaución por temores al desbordamiento de los ríos tras las fuertes lluvias de los últimos días, que han dejado importantes daños materiales en varias ciudades, incluida la universitaria Maastricht.
Mientras en Meerssen, en el sur de la provincia, un agujero en un dique obligó a los vecinos de cuatro poblaciones a abandonar sus casas en cuestión de minutos; en Venlo y las aldeas de los alrededores, en la zona norte de Limburgo, más de 10.000 personas y un hospital empezaron a ser evacuados ante la subida del caudal del río Mosa.
Se calcula que la vía fluvial alcanzará su máximo en torno a las 03.00 hora local (01.00 GMT) y las autoridades temen que todas las aldeas evacuadas se queden incomunicadas para los servicios de emergencia, por lo que han pedido a todos los vecinos que abandonen sus casas hacia los refugios puestos a su disposición por los municipios.
LUXEMBURGO
Por su parte, Luxemburgo sigue en situación de "peligro extremo" sobre todo por el posible desbordamiento del río Mosela, cuyo caudal seguirá creciendo hasta el domingo, mientras que para el resto de cauces fluviales se espera que el nivel del agua siga bajando conforme se estabiliza el tiempo a lo largo del fin de semana.