Representantes de las altas instituciones del Estado acudirán hoy al Congreso para conmemorar el XXXI aniversario de la Constitución en la tradicional recepción del 6 de diciembre, que este año recordará en especial a Jordi Solé Tura, uno de los padres de la Carta Magna, fallecido ayer en Barcelona.
El presidente de la Cámara, José Bono, acompañado del presidente del Senado, Javier Rojo, recibirán a los invitados al acto, que comenzará a mediodía en el Salón de Pasos Perdidos del Congreso.
Entre ellos, el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez, Zapatero, varios miembros del Gobierno, la presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, el del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo, Carlos Dívar, y varios presidentes autonómicos.
Por primera vez en la historia de la democracia española, un lehendakari va a participar en el acto central de la celebración del Día de la Constitución; así, la presencia del socialista Patxi López en el Palacio de las Cortes será una de las principales novedades.
Ha confirmado también su asistencia el presidente de la Generalitat, José Montilla, y los socialistas Marcelino Iglesias (Aragón) y José María Barreda (Castilla-La Mancha).
En esta ocasión, la conmemoración de la aprobación de la Constitución de 1978 se produce tan sólo dos días después del fallecimiento de uno de sus ponentes, Jordi Solé Tura, que pertenecía al PSUC cuando se redactó el texto constitucional.
Como en años anteriores, faltarán en el Palacio de las Cortes representantes de los partidos nacionalistas (PNV, BNG o Na-Bai) y republicanos (ERC).
Han sido invitados todos los diputados y senadores.
El acto central de la celebración del Día de la Constitución consiste en una recepción en el Salón de Conferencias del Congreso, también llamado “de Pasos Perdidos”, durante la cual pronuncia un discurso el presidente de la Cámara Baja, José Bono.
La coincidencia del presidente de la Generalitat, José Montilla, y de la presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, será uno de los focos de atracción en el cóctel posterior a la recepción por el debate político abierto por la sentencia pendiente sobre la constitucionalidad del Estatut de Cataluña.
El vicesecretario general del PSOE y ministro de Fomento, José Blanco, está convencido de que la Constitución de 1978, de la que hoy se cumple el XXXI aniversario, “está en condiciones de sobrevivir a varias generaciones de españoles”.
Blanco hace un elogio a la Carta Magna en un artículo que ayer publicó en su página web, que titula Un éxito compartido y donde vaticina que la Constitución “va a seguir rigiendo el devenir de España durante muchos años más”.
Frente a otras constituciones precedentes que no lograron perdurar, Blanco aprecia que la de 1978 creó un marco estable de convivencia aceptable para todos y por todos respetado.
Además, considera que dio respuesta a las principales cuestiones sobre las que había estado girando el debate y la contienda política en España durante casi dos siglos: el papel de la religión, de las Fuerzas Armadas, la corrección de las desigualdades sociales o la búsqueda de un modelo de organización territorial.
Según su criterio, el texto constitucional ha servido para articular y hacer funcionar un Estado moderno, democrático y descentralizado; para integrar a España en Europa tras décadas de aislamiento, y sobre todo, “para encauzar la más espectacular transformación económica y social que haya tenido un país occidental en las últimas décadas”.
“Pocos discuten ya que ese fenómeno ha sido la consecuencia directa de la puesta en funcionamiento del Estado autonómico”, indica el número dos del PSOE.