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Pekín extrema las medidas contra un rebrote del virus

Pekín extremó las medidas para controlar el rebrote de coronavirus en el principal mercado de alimentación de la ciudad, que deja ya 51 nuevos casos

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  • Coronavirus en Pekín. -

Pekín extremó las medidas para controlar el rebrote de coronavirus en el principal mercado de alimentación de la ciudad, que deja ya 51 nuevos casos, mientras la capital extiende las pruebas de ácido nucleico a decenas de miles de sus habitantes.

A última hora de la tarde local, las autoridades sanitarias municipales anunciaban que hoy se habían detectado otros nuevos ocho casos relacionados con el gran mercado de alimentos frescos de Xinfadi, el principal de la metrópolis, que se cerró a cal y canto el sábado.



Estos ocho nuevos contagios, junto a los 36 contabilizados ayer y los siete de los dos días anteriores, elevan a 51 las infecciones confirmadas que ha producido hasta el momento el brote de Xinfadi, cuyo origen todavía se desconoce.

Además, se han registrado 46 casos asintomáticos, que China no considera como confirmados y que se encuentran en cuarentena bajo estricta observación médica.

El municipio de Pekín ha pedido a los hospitales de la ciudad que realicen pruebas de ácido nucleico, test de anticuerpos, tomografías y análisis de sangre a todos los pacientes que lleguen con fiebre y les ha prohibido rechazar a ninguno de ellos.

LARGAS COLAS DE CIUDADANOS PARA HACERSE LA PRUEBA DEL VIRUS

El vicedirector del distrito capitalino de Fengtai, donde se encuentra Xinfadi, Zhang Jie, anunció que se realizarán pruebas de ácido nucleico a 46.000 residentes que viven en las cercanías del núcleo de distribución de alimentos para lo que se han habilitado 24 centros en esa zona de la ciudad.

Hasta el momento se han practicado test a 10.880 ciudadanos de Fengtai, en el suroeste de Pekín.

Además, se han hecho pruebas a 8.186 personas relacionadas con el mercado y se han analizado 5.803 muestras de productos u objetos recogidos en Xinfadi y todas ellas han arrojado resultado negativo, según Zhang.

En el distrito de Fengtai se podían observar hoy largas colas de centenares de ciudadanos esperando para hacerse la prueba del virus en los centros habilitados al efecto.

La zona de Huaxiang, en Fengtai ha elevado su nivel de alerta sanitaria hasta "alto riesgo" con lo que se ha convertido en el único lugar de toda China con ese grado de emergencia actualmente.

Otras seis zonas de la capital han incrementado su estado de alerta hasta el nivel medio.

El rebrote en la capital se produjo una semana después de que ésta hubiese rebajado su nivel de emergencia sanitaria del 2 al 3 el pasado 6 de junio.

El mercado de Xinfadi ocupa una superficie de 112 hectáreas y tiene 1.500 empleados y más de 4.000 titulares de puestos de venta.

Todo el personal y quienes hayan tenido contacto cercano con el mercado deberán hacer el test en uno de los 98 centros designados de Pekín, que en conjunto pueden realizar más de 90.000 pruebas al día.

La ciudad intensificó hoy la inspección de los mercados de productos frescos, cerdo congelado, ternera, cordero y productos avícolas.

También se examinarán otros negocios, incluidos supermercados y restaurantes, para garantizar la no contaminación de los productos.

UN CONDUCTOR DE UN AUTOBÚS DEL AEROPUERTO ENTRE LOS CONTAGIADOS

Un conductor de autobús que realiza el transporte en el aeropuerto de aviación civil de Pekín es uno de los nuevos casos confirmados, indicaron hoy las autoridades sanitarias municipales.

El hombre, de 56 años, vive en el distrito de Xicheng, donde se detectó el primer caso el pasado jueves, y visitó el mercado de Xinfadi el 3 de junio.

Se sintió mal dos días después y el pasado viernes fue diagnosticado como confirmado en el hospital de Xuanwu.

Según el diario Beijing News, el conductor llevaba meses sin ir al trabajo por lo que no ha tenido contacto con ningún viajero.

El hospital de Guangwai en el distrito de Xicheng anunció hoy que ha entrado en "modo de emergencia de tiempos de guerra" y ha solicitado a todo su personal médico que permanezca en su puesto sin tomarse tiempo de descanso ante cualquier eventualidad.

La ciudad de Shulan, en el noreste de China, que vivió otro rebrote recientemente y aisló a cerca de 8.000 personas, ha aconsejado a sus residentes que no viajen a la capital y ordenado a los que regresen de ella que informen al llegar a sus comunidades de vecinos.

Otra ciudades cercanas a Pekín, como varias de la vecina provincia de Hebei, enviaron hoy 300 toneladas de vegetales frescos a la capital para contribuir a paliar el efecto del cierre del mercado de Xinfadi, que suministraba el 90 por ciento de estos productos a la ciudad.

En cualquier caso, según la televisión estatal, los supermercados de Pekín han incrementado su suministro de vegetales con otras fuentes y disponen actualmente de tres veces la cantidad media habitual diaria.

EL VIRUS DE PEKÍN "NO SE PARECE AL QUE CIRCULÓ EN CHINA"

El epidemiólogo jefe del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de China, Zeng Guang, aseguró hoy que "afortunadamente Pekín encontró el brote temprano y se ha movido rápido".

Zeng afirmó que los resultados preliminares de la secuencia genética del virus que se ha encontrado en Xinfadi indican que "no se parece al tipo que ha circulado mayormente en China los últimos meses".

Sin embargo, precisó que se han analizado dos muestras y que son necesarias más para determinar las características del virus con exactitud.

"La prueba por la que está pasando Pekín es la mayor tras el periodo de calma que ha experimentado todo el país", destacó.

El virus fue detectado en una tabla de cortar pescado empleada por un vendedor de salmón importado en Xinfadi.

China importa cerca de 80.000 toneladas de salmón congelado cada año, principalmente de Chile, Noruega, las Islas Feroe, Australia y Canadá, según los medios locales.

CASO DE PEKÍN MUESTRA QUE LOS OBJETOS DEBEN INCLUIRSE EN PRUEBAS

Expertos de sanidad pública aseguraron hoy que el nuevo brote de Pekín no causará una segunda ola epidémica en China, aunque advirtieron de que es un aviso para cambiar las políticas de control aplicadas hasta el momento.

Wang Peiyu, vicedirector de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Pekín consideró que los casos se reducirán pronto y que no causarán una nueva ola de COVID-19.

"Que China evite que los casos domésticos sigan rebrotando depende de cómo de rápido y bien Pekín consiga frenar el virus", dijo.

Según el científico, al tratarse de una grave epidemia es normal asistir a rebrotes después de que haya sido esencialmente controlada, como ha sucedido recientemente en Japón o Corea del Sur.

Wang explicó que las medidas contra el virus en China han dado prioridad a los "seres humanos", ya fueran los procedentes del exterior, las ciudades afectadas seriamente o los contactos cercanos a los casos confirmados.

"Pero el caso de Pekín nos muestra que los 'objetos' deben ser monitoreados cuidadosamente e incluidos en las políticas anti-epidémicas", afirmó.

Objetos como la comida o los que se encuentran en el entorno con los que la gente tiene fácilmente contacto, como los suministros y los envíos, añadió.

En este sentido, recordó que además de la tabla de cortar salmón otras 40 muestras recogidas en el entorno del mercado de Xinfadi dieron también positivo.

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