Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona (el Eurogrupo) se reúnen mañana de manera extraordinaria ante las dudas de Italia
Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona (el Eurogrupo) se reúnen mañana de manera extraordinaria para dar un empujón a la reforma del área de la moneda única, encuentro sobre el que planeará la incertidumbre por el desafío de Italia a Bruselas a cuenta de su presupuesto.
En la reunión participarán también los ministros del resto de países de la Unión Europea, salvo el Reino Unido, con el objetivo de cerrar los últimos flecos tras meses de negociaciones y llegar a la cumbre de líderes de diciembre con una batería de medidas para mejorar la preparación ante futuras crisis.
Del encuentro no se esperan decisiones concretas puesto que el paquete completo de medidas se presentará en el Eurogrupo del 3 de diciembre, el último antes de la cumbre.
Los titulares económicos debatirán sobre la finalización de la Unión Bancaria, la reforma del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) -el fondo de rescate- y un posible presupuesto para el área del euro.
En cuanto a la Unión Bancaria, deben cerrar los detalles de la red de seguridad del Fondo Único de Resolución (FUR), en concreto decidir si puede entrar en vigor antes de 2024 como está previsto ahora y el proceso de toma de decisiones para usarlo.
El FUR, financiado por los bancos, tendrá unos 60.000 millones de euros para garantizar la recapitalización de las entidades cuya quiebra pueda provocar un daño a toda la eurozona, mientras que su cortafuegos debe intervenir como último recurso si la resolución es tan costosa que el FUR resulta insuficiente.
En relación a la reforma del MEDE, que busca aumentar su poder en futuros rescates, los países estudiarán cómo coordinar las competencias de vigilancia económica que quieren atribuirle con las que tiene la Comisión Europea.
Asimismo, abordarán el tema de la sostenibilidad de la deuda pública de los Estados que pidan rescates.
En concreto, la posibilidad de introducir en las emisiones de bonos "cláusulas de acción colectiva con cláusulas de agregación simple" (CACs, en jerga financiera), que facilitarían obligar a los inversores privados a asumir pérdidas si hay que reestructurar deuda.
En el Eurogrupo hay "mucho apoyo" a estas cláusulas, que respaldan Francia y Alemania, pero "hay diez países que piden más y esto es más polémico", explicaron fuentes europeas.
Se trata de la "Nueva Liga Hanseática", capitaneada por Holanda con Finlandia, Suecia, Dinamarca, Estonia, Letonia, Lituania, Irlanda, República Checa y Eslovaquia, que demanda aún más poder para que el MEDE fije "estrictas" condiciones en los rescates y aboga por reestructurar la deuda antes de concederlo si es necesario.
Por otra parte, y aunque no es prioritario para diciembre, el Eurogrupo debatirá sobre posibles instrumentos para estabilizar la economía en crisis puntuales, en particular, la idea francesa de un presupuesto para la eurozona, que está lejos de ser apoyada por todos.
Francia y Alemania presentarán mañana una nueva propuesta de presupuesto que detallará la que hicieron en junio en la declaración de Meseberg, según fuentes francesas.
Al mismo tiempo, aunque no está en la agenda, se prevé que la situación de Italia se cuele "indudablemente en conversaciones en los márgenes", según fuentes europeas.
La Comisión publicará el próximo miércoles su opinión sobre el borrador presupuestario italiano para 2019 y podría pedir además que se abra un procedimiento sancionador a Roma (lo que requiere aprobación de los países), después de que Italia no haya cambiado sustancialmente el plan que Bruselas rechazó por incumplir las normas europeas.
El Eurogrupo debatirá la cuestión formalmente el 3 de diciembre.
La situación italiana podría pesar sobre la reforma de la eurozona, al alimentar el recelo de los Estados que exigen más saneamiento de las finanzas nacionales para profundizar en la integración.