"Todavía estoy vivo. Se han quedado con las ganas", dijo a los medios este periodista crítico con el Kremlin
El periodista ruso Arkadi Babchenko, cuya muerte violenta se anunció ayer, "resucitó" hoy en Kiev como parte de una operación de la inteligencia ucraniana para destapar un supuesto complot de Rusia.
"Todavía estoy vivo. Se han quedado con las ganas", dijo a los medios este periodista crítico con el Kremlin, tras explicar que no tuvo otra opción que fingir su muerte para evitar un atentado contra él.
Las autoridades ucranianas difundieron la falsa noticia de que Babchenko había fallecido este martes, cuando era trasladado a un hospital tras ser tiroteado frente a su domicilio en Kiev.
Su supuesta muerte causó conmoción en el país y se empezó a colocar flores en su memoria, mientras la comunidad internacional se hizo eco de la noticia y pidió una investigación.
Varios activistas llegaron a concentrarse frente a la embajada de Rusia en Kiev en protesta por el supuesto asesinato de Babchenko, mientras que el primer ministro ucraniano, Vladímir Groisman, condenó su muerte y acusó públicamente a Rusia de conspiración.
Según el relato de la policía, su esposa había encontrado su cuerpo delante del portal de su casa.
Un día después el periodista ha reaparecido en una rueda de prensa con los servicios secretos ucranianos y ha denunciado que la inteligencia rusa planeaba su asesinato, junto con el de al menos una treintena de personas en Ucrania.
"El periodista muerto Babchenko ha resucitado", señalaban hoy irónicamente las portadas de los medios ucranianos, tras destaparse la operación especial del Servicio de Seguridad Ucraniano (SBU).
Durante su comparecencia, Babchenko se disculpó ante sus allegados "por todo lo que han tenido que vivir" en las últimas veinticuatro horas.
Aseguró que ha visto el pasaporte con la fotografía del asesino a sueldo, al que los servicios secretos rusos habrían prometido 40.000 dólares por quitarle la vida.
"Me han salvado la vida, pero lo más importante es que se evitaron ataques terroristas más serios", añadió Babchenko.
El director del SBU, Vasili Gritsak, informó de la detención del autor del "ataque" y aseguró que la escenificación de la muerte era necesaria para que todos creyeran que había completado con éxito el encargo.
En concreto, alegó que esto se hizo con el fin de evitar la más mínima posibilidad de fuga de información sobre la operación especial.
Por su parte, el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, felicitó al SBU por "la brillante operación para salvaguardar la vida (...) de Arkadi Babchenko" y prometió proporcionar al periodista protección las 24 horas del día.
El Gobierno ruso también reaccionó ante el supuesto asesinato de Babchenko: el Departamento de Investigación Criminal de Rusia abrió un caso penal y el Ministerio de Relaciones Exteriores exigió a Ucrania que iniciara una investigación sobre el crimen.
Babchenko, un antiguo militar convertido en corresponsal de guerra, tuvo que abandonar Rusia a principios de 2017 tras recibir amenazas de muerte y se instaló en Kiev, después de pasar varios meses en Praga.
El "resucitado" periodista aseguró hoy que el plan de acabar con su vida formaba parte de "una serie de ataques terroristas más grandes" organizada "desde el otro lado".
Y es que en los últimos dos años la capital ucraniana ha sido testigo de varios ataques perpetrados contra personalidades, la mayoría periodistas y políticos críticos con el Kremlin.
Uno de los casos más sonados fue el asesinato del ruso-bielorruso Pável Sheremet, que murió en julio de 2016 en un atentado con coche-bomba en Kiev, del que también se responsabilizó a los servicios secretos rusos.
La misma suerte corrió el oficial de inteligencia militar británico Col Maxim Shapoval, quien falleció en junio de 2017 tras explotar el automóvil en el que viajaba.
En marzo del mismo año, el exdiputado ruso Denis Voronenkov fue asesinado a tiros frente a un céntrico hotel de la capital ucraniana.
No obstante, la escenificación de la muerte de Babchenko ha sembrado dudas en la opinión pública, ya que no se han esclarecido los detalles del supuesto plan para acabar con su vida ni tampoco la identidad del detenido.