Argentina, Australia, Canadá, Chile, Estados Unidos y México acordaron hoy una declaración para "desconocer" la victoria de Nicolás Maduro ante la "falta de legitimidad" de las elecciones venezolanas y amenazaron con aplicar al país sanciones económicas y financieras.
En el marco del encuentro de ministros de Exteriores del G20 realizado en Buenos Aires, el canciller argentino, Jorge Faurie, leyó el texto en el que los firmantes aseveraron que los comicios de ayer son "una clara reafirmación de la ruptura de la legitimidad democrática en Venezuela".
"Ante este resultado", prosigue el texto, los Gobiernos participantes "consideran posibles medidas económico-financieras sancionatorias del régimen autoritario de Maduro, procurando en ello no afectar al pueblo venezolano".
Los países del acuerdo subrayaron asimismo que "desconocen" los resultados de los comicios de ayer ante "la falta de legitimidad del proceso", al haber sido convocados por "la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente, excluyendo la participación de actores políticos" y no haber contado con "observación internacional independiente".
De cara al futuro, las naciones americanas y Australia apuntaron a que la solución de la crisis "debe ser alcanzada de forma pacífica y con el protagonismo de los propios venezolanos", por lo que impulsarán a ese fin "acciones y medidas que permitan restaurar la democracia y el respeto a los derechos humanos".
Faurie también se refirió a la "crisis humanitaria" que vive el país caribeño, que "se ha agravado de manera alarmante" y está siendo "ratificada por el creciente éxodo de venezolanos", una corriente migratoria que supone una "amenaza para la seguridad y la estabilidad regional".
Además, los firmantes de la declaración instaron al "régimen autoritario de Maduro" a "abandonar la indiferencia ante el sufrimiento de su pueblo" y permitir establecer "un canal humanitario sin demoras" para el suministro de alimentos y medicinas por parte de la comunidad internacional.
También ante la prensa, el vicesecretario de Estado de EE.UU., John J. Sullivan, condenó el "proceso fraudulento" de las elecciones venezolanas y llamó al régimen de Maduro a "restaurar la democracia, asegurar un proceso electoral justo y libre" y respetar la asamblea nacional.
También pidió liberar a los "presos políticos" y aceptar la asistencia humanitaria que se necesita "desesperadamente".
Por su parte, el secretario de Relaciones Exteriores de México, Luis Videgaray, adelantó que su Gobierno ha enviado una alerta a todos los participantes del sistema financiero mexicano para que valoren "abstenerse" de participar en operaciones en Venezuela, un país que sufre una "sistemática violación y desmantelamiento de la democracia representativa" y "violaciones a los derechos humanos".
"Chile considera (las elecciones) ilegitimas y viciadas por cuanto fueron convocadas por una institución ilegitima", expresó por el ministro chileno, Roberto Ampuero.
En su opinión, Maduro ha encaminado a Venezuela por "una ruta sin destino"y ha colocado a su pueblo "en un callejón sin salida".
En una rueda de prensa posterior, Faurie remarcó que el tema del país caribeño no estaba en la agenda central de la reunión de ministros, por lo que no surgió una declaración conjunta del grupo.
Sin embargo, aseguró que la cuestión sí estuvo en las conversaciones bilaterales de diversos países, que coincidieron en que "no hay democracia plena en Venezuela".
"En Venezuela el hecho de ayer no restauró la democracia, solo confirmó la deriva autoritaria y por esa razón los países que allí estamos (en el comunicado difundido) no reconocemos el resultado de las elecciones", concluyó.