La presión sobre la canciller germana, Angela Merkel, por el acuerdo firmado entre la UE y Turquía para la devolución de refugiados crece en Alemania, donde sus socios de gobierno le advierten de los riesgos de someterse a Ankara y también de un eventual fracaso del pacto.
"Creo que es peligroso depender así de Ankara. No hay que involucrarse en amenazas", manifestó en declaraciones al rotativo "Welt am Sonntag" Horst Seehofer, líder de la Unión Socialcristiana (CSU), el ala bávara de la Unión Cristianodemócrata (CDU) que preside Merkel.
Para Seehofer, primer ministro de Baviera, si las llegadas de solicitantes de asilo a Alemania han descendido de forma drástica es gracias al cierre de la ruta de los Balcanes, y no al acuerdo con Turquía, que se firmó después.
El líder conservador achacó además a la política de refugiados de Merkel el creciente apoyo a los populistas de derechas de Alternativa para Alemania (AfD).
Por su parte, el vicepresidente del Partido Socialdemócrata (SPD), socio en el gobierno de gran coalición, Thorsten Schäfer-Gümbel, instó a Merkel a no someterse al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y a garantizar que se cumplan los términos del acuerdo firmado.
Ese acuerdo incluye la exención de visados para los ciudadanos turcos que viajen a la UE, pero para ello Turquía debe cumplir 72 requisitos y Erdogan ya ha advertido de que no tiene intención de modificar la legislación antiterrorista, una de las condiciones.
Para los socialdemócratas, Merkel, como una de las principales defensoras de ese acuerdo, es responsable de hacer que funcione, pero sin rebajar ninguna de sus condiciones.
La canciller defendió el pasado viernes el pacto con Turquía, aunque evitó hacer referencia al polémico asunto de los visados.
En defensa también del acuerdo, el ministro de Exteriores, el socialdemócrata Frank-Walter Steinmeier, recordó hoy en una entrevista con el diario "Tagesspiegel" la insostenible situación que se vivía en Grecia con la llegada de decenas de miles de refugiados desde las costas turcas y destacó el compromiso de Ankara de mejorar las condiciones de acogida de los solicitantes de asilo.
Sobre la negativa turca a reformar su ley antiterrorista, pidió "no subestimar el interés de Ankara en el acuerdo en general y en la liberalización de los visados en particular".
"Turquía sabe lo que hay que hacer", señaló tras recordar que todas los puntos del pacto fueron negociados.
Desde la firma del acuerdo, las relaciones germano-turcas se han visto sometidas a diversas tensiones, la más grave tras la demanda por injurias interpuesta por Erdogan contra un conocido humorista alemán.
La querella recibió el visto bueno del Gobierno de Merkel, a pesar de la frontal oposición de los socialdemócratas, y desató las críticas de la oposición, que considera que el acuerdo entre la UE y Turquía ha abierto la vía a que Ankara chantajee a Bruselas y a Berlín.