El río de lava del volcán Kilauea, que avanza lentamente hacia la localidad de Pahoa, en la Isla Grande del estado de Hawái, ha reducido a cenizas la primera vivienda que se encontraba bajo amenaza y que había sido previamente desalojada, según han informado funcionarios de Defensa Civil.
El flujo de lava no ha dejado heridos durante su avance, que se inició a finales de junio. Los funcionarios de los organismos de vigilancia han confirmado este mismo lunes que no hay otras estructuras que se encuentren en situación de peligro de manera inmediata.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, firmó hace una semana una declaración de catástrofe que se traducirá en ayuda para los habitantes Pahoa. La ayuda económica federal a la región responde a la petición del gobernador local, Neil Abercrombie el pasado 24 de octubre.
Aunque el volcán amenaza Pahoa desde el 27 de junio, ha sido en las últimas semanas de octubre cuando el río de lava fundida ha acelerado su avance. Los vecinos de esta pequeña ciudad hawaiana habían visto como la lava en su avance ha quemado vegetación.
Pahoa tiene unos 900 habitantes que están a la espera de que la actividad del volcán Kilauea les obligue a abandonar sus casas y desplazarse. La ayuda económica federal es otro respiro para ellos, junto a la movilización de la Guardia Nacional.
Las tropas de la Guardia Nacional llegaron el pasado jueves 30 de octubre para vigilar el avance de la lava y mantener el orden, evitando que se produzcan robos en las casas ya evacuadas.
El Kilauea es el volcán más joven de los cinco que se encuentran en la Isla Grande de Hawái y también el más activo. La erupción más reciente comenzó en enero de 1983 y continúa hasta la actualidad.