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La justicia birmana condena a un musulmán por intentar violar a una budista

Ante la negativa de la Policía, los budistas --pertrechados con armas blancas y palos-- asaltaron la localidad de Htan Kone, perteneciente a Kanbalu, y atacaron las tiendas y viviendas de la comunidad musulmana, destruyendo una veintena

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La justicia birmana ha condenado este jueves a siete años de cárcel a un hombre musulmán por intentar violar a una mujer budista en la ciudad de Kanbalu, dando lugar al último episodio de violencia religiosa en el país asiático, según ha informado la cadena británica BBC.

   El pasado 24 de agosto, Hsan Min Oo intentó violar a una mujer budista. El hombre fue detenido, pero rápidamente alrededor de un millar de budistas rodearon la comisaría donde estaba para exigir a la Policía que se lo entregara para ajusticiarle.

   Ante la negativa de la Policía, los budistas --pertrechados con armas blancas y palos-- asaltaron la localidad de Htan Kone, perteneciente a Kanbalu, y atacaron las tiendas y viviendas de la comunidad musulmana, destruyendo una veintena.

   En este contexto, la Policía, apoyada por el Ejército, tuvo que realizar varios disparos al aire para calmar a la multitud e imponer el orden público en Htan Kone. En total, 12 personas fueron detenidas, entre ellas diez budistas que aún están a la espera de juicio.

   Los enfrentamientos entre las comunidades musulmana y budista en Birmania se reanudaron el año pasado en el estado de Rajine, en el norte, pero pronto se extendieron a otras ciudades, como Lashio, también en el norte, y Meiktila, en el centro.

   Desde entonces, unas 200 personas han muerto y 140.000 --sobre todo musulmanas-- se han visto obligadas a abandonar sus hogares a causa de los enfrentamientos entre los dos grupos religiosos. Además, decenas de templos religiosos han sido destruidos.

   Birmania, cuya población es mayoritariamente budista, no reconoce a los musulmanes 'rohingya' como una de sus 135 minorías étnicas, sino que sostiene que son inmigrantes bangladeshíes que entraron en el país de forma ilegal, por lo que --argumenta-- no merecen la ciudadanía.

   La comunidad internacional ha instado al Gobierno de Thein Sein a abordar la marginalización de los 'rohingya', en el marco del proceso de reformas políticas y económicas que emprendió en marzo de 2011, cuando asumió el poder tras décadas de Junta Militar.

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