Al menos 15 personas han fallecido y 41 han resultado heridas este miércoles en un atentado con coche bomba ejecutado en un mercado callejero en la localidad iraquí de Tuz Jurmato, ubicada en la provincia de Salaheddin.
El atentado ha tenido lugar en una jornada especialmente sangrienta, en la que otras 32 personas han muerto en diversos ataques en distintos puntos del país, según ha informado la agencia iraquí de noticias NINA.
En un primer incidente, al menos nueve policías han fallecido después de que un grupo de milicianos montados en rancheras abriera fuego contra un puesto de control situado en el norte de Irak, según ha informado la Policía.
El ataque se ha producido en la localidad de Shura, a unos 50 kilómetros al sur de Mosul, la tercera ciudad más grande del país y capital de la provincia de Nínive, donde la mayoría de su población es suní.
Por otra parte, al menos catorce chiíes han sido asesinados a manos de milicianos que les dieron el alto en un puesto de control en la carretera que une las localidad de Bagdad y Kirkuk, en los alrededores de la ciudad de Sulaiman Pek.
"Todas las víctimas eran conductores de camión chiíes que viajaban entre Bagdad y Kirkuk", ha dicho el alcalde de Sulaiman Pek, Talib Mohamed. "Los milicianos les bloquearon el camino, comprobaron sus carnés de identidad y les ejecutaron con disparos en la cabeza y el pecho", ha agregado.
Asimismo, cuatro soldados han muerto y otros cuatro han resultado heridos en un ataque armado contra un convoy que trasladaba a los militares y que circulaba por la carretera que une las localidades de Tikrit y Mosul.
En Bagdad, al menos cuatro personas han fallecido y otras diez han resultado heridas en un atentado con bomba en un mercado callejero en el barrio de Qahira, ubicado en el norte de la capital.
Por último, un soldado ha muerto y otros siete han resultado heridos cuando un terrorista ha empotrado un coche cargado de explosivos contra una patrulla en el área de Alsinaiyah, al sur de Kirkuk.
SITUACIÓN DE SEGURIDAD
Por el momento, ningún grupo armado ha reivindicado los atentados, en un contexto de creciente violencia sectaria en las últimas semanas, avivada, en gran parte, por la guerra civil desatada en la vecina Siria.
Los grupos suníes radicales, incluida la filial de la organización terrorista Al Qaeda en Irak, han redoblado su actividad violenta y más de 535 personas han muerto en atentados solo en julio, según el recuento que realiza el organismo Iraq Body Count.
La semana pasada, Naciones Unidas cifró en 761 el número de muertos durante el mes de junio debido a los ataques de las milicias insurgentes en Irak, una cifra inferior a la recogida en mayo, cuando la violencia alcanzó su peor repunte desde la guerra sectaria de los años 2006 y 2007.
Pese a que la violencia está muy por debajo del nivel de aquellos años, continúan produciéndose ataques diarios de los milicianos de Al Qaeda y otros insurgentes suníes, en un intento de debilitar el Gobierno actual, liderado por chiíes, y generar mayor confrontación en el país.