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Hallan 11 cadáveres en una zona recién desocupada de RD del Congo por los rebeldes

Al retirarse, los rebeldes del M23 también quemaron varias casas

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  • Los rebeldes congoleños -

Al menos once cadáveres fueron descubiertos el pasado domingo en una zona recién desocupada por el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) en el este de la República Democrática del Congo (RDC), después de intensos combates, informó una fuente militar.

"Al marcharse, los elementos del M23 secuestraron a cinco hombres del pueblo de Kojo. Al resto de sus víctimas las encontraron en su ruta de escape. Los mataron a todos a sangre fría en el puesto de Rubona", dijo una fuente militar que pidió el anonimato en declaraciones recogidas este lunes por los medios locales.



El incidente ocurrió en el territorio de Rutshuru, que pertenece a la provincia oriental de Kivu del Norte, después de que un contraataque del Ejército congoleño forzase la retirada de los rebeldes de la localidad de Bukombo.

Al retirarse, los rebeldes del M23 también quemaron varias casas.

El M23 había tomado esa localidad el pasado martes, tras vencer a los grupos rebeldes que la protegían en nombre del Ejército congoleño.

Sus combates forzaron a centenares de personas a huir de sus hogares.

El M23 empezó una fuerte ofensiva contra las Fuerzas Armadas congoleñas en marzo de 2022 tras varios años de calma, consiguiendo tomar numerosas áreas y localidades estratégicas en el este de la RDC.

Los insurgentes se retiraron de algunas de esas zonas el pasado marzo, después de que los líderes de la Comunidad del Este de África (EAC) exigiesen su repliegue en varias ocasiones.

Sin embargo, sus combates se reactivaron a principios de este mes.

Los grupos de la sociedad civil también han denunciado nuevos movimientos de las tropas del M23 para reforzar sus posiciones en los territorios de Rutshuru, Masisi y Nyiragongo, todos en la provincia de Kivu del Norte.

Su presencia ha provocado la huida de sus casas de más de 1,1 millones de personas, según las Naciones Unidas.

Además, han desencadenado una crisis diplomática en la que las autoridades congoleñas acusan a la vecina Ruanda de apoyar a los insurgentes, algo que Kigali ha negado rotundamente, pese a que varios informes de la ONU lo confirmaron.

Al mismo tiempo, Ruanda y el M23 acusan al Ejército congoleño de cooperar con las rebeldes Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), fundadas en 2000 por cabecillas del genocidio de 1994 y otros ruandeses exiliados en RDC para recuperar el poder político en su país de origen.

Esa colaboración también ha sido confirmada por la ONU. 

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