Los países de la Unión Europea fracasaron este martes en su intento de acordar un tope de precios a las importaciones de gas en la UE, tras diez horas de negociaciones en un consejo de ministros extraordinario con ese polémico tema como único punto de la agenda.
"La última vez esperaba abrir hoy un champán para celebrar un acuerdo, pero aparentemente todavía necesitamos dejar las botellas en el frigorífico durante un tiempo porque no están lo suficientemente frías", aseguró en una rueda de prensa el ministro checo de Industria, Jozef Síkela, cuyo país ostenta hasta que acabe el año la presidencia de turno de la UE.
El controvertido asunto, que busca limitar las escaladas de precios de ese hidrocarburo, divide desde hace meses a los Veintisiete en un bloque que reclama ese techo para abaratar las facturas, en el que están España, Grecia, Bélgica, Polonia, Italia o Eslovenia, y otro que lo rechaza, donde se encuentran Alemania o Países Bajos, que temen pueda comprometer el suministro.
A falta de acuerdo en el segundo intento desde que la Comisión Europea presentó una propuesta en noviembre para limitar en 275 euros las compras vinculadas al índice TTF de Ámsterdam, el tema será tratado por los jefes de Estado y de Gobierno de los países de la UE en la cumbre que celebrarán este jueves en Bruselas y, posteriormente, de nuevo por los titulares de Energía el lunes 19.
De cara a ese encuentro, el ministro checo explicó que la principal "cuestión abierta" será "el nivel de precio que activa el mecanismo", concebido para "asegurar que no se repite la situación de agosto", cuando la cotización del gas en el TTF rozó los 350 euros por megavatio/hora (MWh).
La última propuesta que llegó a la mesa de los ministros minutos antes de las 19.00 horas de la tarde rebajaba a 200 euros el MWh, el nivel al que se activaría el mecanismo y requería además que el precio del hidrocarburo en los contratos mayoristas vinculados al TTF fuese de al menos 35 euros superior al precio medio en el mercado de gas natural licuado (GNL) durante tres días.
Sin embargo, este borrador era "inasumible" para el Gobierno español, según señalaron fuentes diplomáticas, y también para otros Estados miembros que forman parte del grupo de los más ambiciosos, como Grecia.
"Hemos conseguido grandes avances sobre cuándo y cómo desactivar el mecanismo. Esto es crucial para Países Bajos", expresó al término de la reunión el responsable neerlandés de Clima y Política Energética, Rob Jetten, quien reconoció, por el contrario, que "no hay acuerdo aún en cómo activar el mecanismo", es decir, sobre el precio que desencadenaría el mecanismo.
La vicepresidenta española para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, comparte la idea de que se ha progresado y añade que el punto "más sensible" de entre los que siguen abiertos es hallar el "equilibrio" correcto entre la estabilidad de los mercados financieros y "el precio que los consumidores pueden pagar".
"Creemos que hay espacio para garantizar el suministro por encima de lo que se paga en los mercados internacionales pero por debajo de lo que se venía pagando", subrayó en declaraciones a los medios.
En este contexto, la comisaria de Energía, Kadri Simson, destacó que, hoy en día, la UE está en una "posición de relativa seguridad", pero el informe que la Agencia Internacional de la Energía demuestra que "Europa no está fuera de peligro y el siguiente año puede ser incluso más complicado que este", por lo que pidió a las capitales europeas seguir avanzando en medidas para aplacar la crisis energética.
La falta de acuerdo sobre el mecanismo europeo que limite el precio del gas mantiene bloqueadas las adopciones formales de dos normativas energéticas: el reglamento para acelerar las autorizaciones de proyectos de renovables y el que define el funcionamiento de las compras conjuntas y la solidaridad entre Estados miembros en casos de emergencia.