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Culpan del siniestro a pilotos, controladores y al mal tiempo

Los peritos que declararon ayer, en la tercera jornada del juicio civil por el accidente del Yak-42 en el que fallecieron 62 militares españoles, discrepó sobre las causas del siniestro, que han atribuido a la tripulación del avión, a los controladores turcos y al mal tiempo.

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  • El perito Orlando Jiménez Forero, piloto con 38 años de experiencia. -
Los peritos que declararon ayer, en la tercera jornada del juicio civil por el accidente del Yak-42 en el que fallecieron 62 militares españoles, discrepó sobre las causas del siniestro, que han atribuido a la tripulación del avión, a los controladores turcos y al mal tiempo.

Los peritos, todos ellos pilotos con amplia experiencia, protagonizaron la sesión, que duró siete horas y media, con amplias y técnicas explicaciones ante la titular del juzgado de primera instancia número dos de Zaragoza que preside la vista.

Orlando Jiménez Forero, que participó en la investigación de 300 accidentes aéreos, dijo que el piloto del Yak-42 violó todas las normas internacionales de seguridad y utilizó unos “pésimos” procedimientos de vuelo, ya que iba a demasiada velocidad y a una altura muy superior a la fijada para una operación de aproximación a un aeropuerto.

Las condiciones del aeropuerto para llevar a cabo un aterrizaje eran las adecuadas, pero, a su juicio, fueron poco lógicas ciertas decisiones del piloto, como la desactivación del piloto automático, debido a la carga de trabajo que eso supone.

“Se violaron todas las normas de navegación”, insistió el también instructor de vuelo, quien añadió que hubo un momento en el que el piloto tuvo una “pérdida de consciencia situacional”, es decir, que no sabía qué ocurría a su alrededor, además de que no tuvo capacidad de reacción al escuchar la activación del sistema de proximidad al terreno.

La tripulación se congeló, no reaccionó; la “total potencia” no se activó en ningún momento al saltar la alarma de proximidad al terreno, y, por ello, no se evitó la colisión con las montañas cercanas al aeropuerto de la ciudad turca de Trebisonda, aseguró este piloto, aportado por las familias.

Sin embargo, Ángel Arroyo, el perito de la compañía aérea UM Air y con más de 30 años de experiencia como piloto, responsabilizó a los controladores aéreos turcos de lo ocurrido.

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