El alcalde de Kiev, Vitali Klitschkó, dijo hoy que su principal tarea desde que las fuerzas rusas fueron expulsadas de la capital es restablecer la seguridad y tratar de que la ciudad vuelva a la normalidad.
"Ahora tratamos de volver a la vida normal, no es una tarea fácil", afirmó Klitschkó, en una conferencia de prensa que ofreció en la reunión anual del Foro Económico de Davos.
Dijo que durante las semanas en que la capital fue objetivo de los ataques rusos murieron 120 personas, entre ellos 4 niños y más de 300 resultaron heridas; más de 200 edificios de viviendas quedaron dañados y fueron destruidos una refinería cerca de Kiev y centros logísticos para la distribución de alimentos.
"Como alcalde intento que todo funcione lo mejor posible, está restablecida la electricidad, pero servicios como el transporte no funcionan tan bien como antes, pero el principal problema ahora es la seguridad", afirmó.
En medio de la conferencia de prensa, el alcalde puso un audio de su móvil y estalló el potente sonido de las sirenas de alarma antiaérea. "Escuchamos esta alarma tres o cuatro veces al día", dijo.
Klitschkó se mostró "orgulloso" de los soldados ucranianos que consiguieron expulsar a las fuerzas rusas, y dijo que las localidades de Bucha, Borodianka, Irpin y Gostomel, de la región de Kiev, donde se produjeron matanzas de civiles, fueron una suerte de escudo.
A la pregunta de cuánto costará la reconstrucción de las infraestructuras destruidas en Kiev, el alcalde dijo que han calculado unos 80 millones de euros.
"Agradecemos cualquier apoyo, inversión, ayuda, pero antes tenemos que parar la guerra", afirmó.