La variante ómicron será mayoritaria en Francia entre Navidad y Año nuevo, según las predicciones del Gobierno, que trabaja con la hipótesis de que el número de contagios sea superior a 100.000 diarios en ese tiempo.
Estas son las estimaciones presentadas este miércoles por el ministro de Sanidad, Olivier Véran, que en una entrevista al canal BFMTV reconoció que la gran incertidumbre es saber qué impacto tendrá en los hospitales el fuerte aumento del número de casos que ya se está constatando.
Ayer se comunicaron 72.832 nuevos contagios, lo que supone un 15 % más que el mismo día de la semana pasada. Según el ministro, un 20 % de los casos que se detectan en todo el país son de ómicron, y ese porcentaje es superior en la región de París, entre el 30 y el 35 %.
Preguntado sobre si se van a imponer nuevas restricciones, afirmó que por ahora el Ejecutivo trabaja en convertir el certificado sanitario en certificado de vacunación, con un proyecto de ley que se presentará el próximo lunes en un Consejo de Ministros extraordinario.
Eso implicará que ya no será posible hacerse un test para ir a un bar, a un restaurante, al cine, a un espectáculo o a un estadio, que son sitios en los que ahora se exige el certificado sanitario y en los que con la futura ley será necesario un certificado de vacunación.
Pero más allá de esa reforma, indicó que "todo está encima de la mesa" y que si se perciben evoluciones hasta ahora no detectadas en Francia o en otros países, podrían tomarse más medidas restrictivas.
Véran hizo notar que en Sudáfrica, donde primero se detectó ómicron, la presión en los hospitales ha sido limitada pese a la explosión del número de casos, algo que podría deberse a una estructura demográfica joven o a que la población ya estaba ampliamente inmunizada por las olas epidémicas precedentes.
También señaló que en el Reino Unido, donde ómicron lleva 10-15 días de avance con respecto a Francia, los hospitales tampoco se están viendo sumergidos, pese a que los contagios se han disparado, y eso puede tener que ver con que el grueso de los casos de esta variante son de personas jóvenes.
La prioridad del Gobierno francés en estas circunstancias es continuar al mayor ritmo posible la vacunación, tanto de las personas que no han recibido ningún pinchazo, como de las que tienen la pauta completa y que ahora deben recibir la de refuerzo.
El ministro recordó que la mayoría de los hospitalizados son personas que no se habían vacunado (en Francia más del 90 % de la población susceptible de haberse inmunizado tiene la pauta completa).
El resto son, esencialmente, personas con el sistema inmunitario débil (mayores o con enfermedades crónicas) que han desarrollado formas graves pese a tener la pauta completa.
Hasta este martes, se habían inyectado en Francia algo más de 20,5 millones de vacunas de refuerzo para una población de 67 millones de personas. La meta del Ejecutivo es llegar a 25 millones antes de que termine el año.
Francia cerró a comienzos de mes el ocio nocturno y se han prohibido todas las celebraciones multitudinarias de Nochevieja, pero por ahora no se han cerrado otros establecimientos como restaurantes o bares y no se han impuesto aforos ni toques de queda.