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Bélgica se dispone a endurecer las medidas para frenar la cuarta ola de coronavirus

La reunión estaba prevista para el próximo viernes, pero el rápido empeoramiento de todos los indicadores sanitarios obligó a adelantarla

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  • Bélgica. -

Las autoridades federales y regionales belgas se reúnen este miércoles para endurecer las medidas contra los contagios de covid-19, que superan los 10.000 al día, y entre ellas se barajan la obligatoridad del teletrabajo al menos tres días a la semana y la vacunación de los profesionales sanitarios.

La reunión estaba prevista para el próximo viernes, pero el rápido empeoramiento de todos los indicadores sanitarios obligó a adelantarla a hoy.

Entre el 7 y el 13 de noviembre se detectó una media de 10.283 nuevos contagios de Sars-CoV-2 al día, lo que supone un aumento del 27% respecto a la semana anterior, según las cifras del Instituto de Salud Pública Sciensano actualizadas hoy. Desde el inicio de la pandemia en Bélgica, se han diagnosticado más de 1,5 millones de casos.

Durante el periodo estudiado, una media de 25,6 personas han muerto al día como consecuencia del virus (+11%), lo que eleva el número de víctimas mortales a 26.444 desde el inicio de la crisis sanitaria en Bélgica, entre una población de 11,4 millones de habitantes.

Frenar esta cuarta ola de contagios en Bélgica es el objetivo de la reunión de esta tarde del comité de concertación, con el tema prioritario sobre la mesa de la vuelta al teletrabajo obligatorio y no "fuertemente recomendado". La idea es aplicar esa obligatoriedad hasta el final de las vacaciones de Navidad.

Esta medida, refutada por las asociaciones empresariales, cuenta con el firme apoyo de algunos políticos, como el ministro de Sanidad, Frank Vandenbroucke, quien anoche advirtió que habrá que tomar medidas "severas" en "todas partes" para que "todo el mundo pueda seguir trabajando y se puedan dar clases en las escuelas".

Otra medida a tratar es la obligatoriedad de los profesionales del sector sanitario de vacunarse antes del 1 de abril, so pena de retirarles su facultad de ejercer y pasar al paro.

"Sin la vacuna, ahora nos enfrentaríamos a una catástrofe similar a la de Bérgamo (Italia). La variante delta de la enfermedad es especialmente peligrosa. Hay que vacunar a la gente. Sin la vacuna, todo el país estaría confinado", dijo el ministro.

Esas dos medidas principales figuran en un informe de expertos encargado para la reunión de hoy y filtrado a la prensa a principios de esta semana y que recomienda también el uso de las mascarillas a partir de los nueve años -ahora es a partir de los doce- y el cierre de las discotecas y las actividades estudiantiles.

Aunque no cuenta con unanimidad, otro debate que pondrá sobre la mesa el presidente de la región de Valonia, Elio Di Rupo, según confirmó hoy, es la cuestión de la vacunación obligatoria a partir de los 18 años, ya que evita cerrar sectores económicos, "pone a todos en pie de igualdad" y evita "grupos que se sientan discriminados".

Para el primer ministro, Alexander De Croo, esta propuesta es una "falsa buena idea", que tampoco respalda el presidente de la región de Bruselas, Rudi Vervoort, pese a reconocer la dificultad de aumentar las tasas de vacunación que en su comunidad no son buenas y se sitúan en el 56% de la población frente al 74% de media en el país.

"La única manera es decirles (a los no vacunados): 'no lo quieres, asume las consecuencias', dijo Vervoort, que prefiere prohibirles el acceso "a esto o aquello".

Otra medida que está sobre la mesa es la generalización del uso de las mascarillas y que podría afectar especialmente al sector cultural.

En concreto, se baraja seguir exigiendo el certificado covid de vacunación, de haber pasado la enfermedad o de tener una PCR negativa, pero ello no eximirá de tener que llevar mascarillas en el interior de los locales.

En los casos que no sea posible respetar ese requisito será obligatorio hacer una prueba en la entrada, por ejemplo, en las discotecas, los conciertos o las bodas, según los medios locales.

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