En un estudio histórico, científicos chinos informan de la transmisión exitosa de fotones entrelazados entre el espacio suborbital y la Tierra.
Además, mientras que el récord previo para la distribución exitosa de fotones entrelazados fue de unos 100 kilómetros, aquí se logró la transmisión a una distancia de más de 1.200 kilómetros.
La distribución de enmarañamiento cuántico, especialmente a través de grandes distancias, tiene importantes implicaciones para la teleportación cuántica y las redes de comunicación.
Sin embargo, los esfuerzos para enredar las partículas cuánticas, esencialmente "enlazarlas" a largas distancias, se han limitado a 100 kilómetros o menos, principalmente porque el entrelazamiento se pierde a medida que se transmiten a lo largo de fibras ópticas oa través de espacios abiertos en tierra.
Una forma de superar este problema es romper la línea de transmisión en segmentos más pequeños y intercambiar, depurar y almacenar repetidamente información cuántica a lo largo de la fibra óptica. Otro enfoque para lograr redes cuánticas a escala global es hacer uso de láseres y tecnologías basadas en satélites.
Utilizando el satélite chino Micius, lanzado el año pasado y equipado con herramientas cuánticas especializadas, Juan Yin et al. han demostrado una transmisión cuántica exitosa desde el espacio. El satélite Micius se utilizó para comunicarse con tres estaciones terrestres a través de China, cada una con una distancia de hasta 1.200 kilómetros.
La separación entre el satélite en órbita y estas estaciones terrestres varió de 500 a 2.000 kilómetros. Un haz de láser en el satélite fue sometido a un divisor de haz, que dio al haz dos estados polarizados distintos.
Uno de los haces se utilizó para la transmisión de fotones entrelazados, mientras que el otro se utilizó para la recepción de fotones. De esta manera, se recibieron fotones entrelazados en las estaciones terrestres separadas, con distancias de más de 1.000 kilómetros.