Dos agentes de la Policía Nacional han evitado que se arroje
al vacío un septuagenario cuyo cuerpo
colgaba por fuera de un balcón, en una
cuarta planta de un edificio en Málaga capital. A la llegada del indicativo al inmueble,
el ciudadano se encontraba aturdido y le faltaban las fuerzas para sostenerse. Así, uno de los actuantes, sin dudar ni un solo momento en su acción, accedió al
balcón colindante de un vecino y desde allí extendió gran parte de su cuerpo por la ventana hasta alcanzar al anciano, apoyado de cerca por
su compañero, que
lo retenía del cinturón de dotación como único seguro, formando una cadena humana para no caer al precipicio.
Los hechos ocurrieron la tarde del pasado día 17 de julio
en el distrito de Bailén-Miraflores. La patrulla policial realizaba labores propias de seguridad ciudadana cuando fueron requeridos por el CIMACC-091 para que actuasen en auxilio de un varón que colgaba del balcón de una cuarta planta.
Los agentes activaron los dispositivos acústicos y luminosos de emergencia, dirigiéndose rápidamente al lugar, donde fueron alertados por los vecinos. Allí constataron los hechos, ascendieron por las escaleras a la cuarta planta del edificio y comprobaron que
la puerta del domicilio donde vivía el hombre estaba cerrada. En este contexto, uno de los policías accedió a la
vivienda colindante con la autorización del propietario, observando desde el balcón a la persona en apuros, la cual estaba aturdida y exhausta.
Ante la necesidad de intervenir de forma inmediata y sin pensar en el riesgo que corría su vida, el agente
apartó los objetos que dificultaban su acceso al balcón e inclinó su cuerpo por la ventana hasta alcanzar al anciano. Una vez que consiguió sujetarlo, solicitó la ayuda de su compañero, que le agarró firmemente por el cinturón.
Para introducirlo en la vivienda, el funcionario que sostenía al varón se subió al muro del balcón, desplazándose por el alféizar y apoyándose únicamente en un toldo, para lograr finalmente ponerlo a salvo en el interior de la terraza.
Por útlimo, los agentes
acompañaron al hombre al salón con el fin de tranquilizarlo. Ya con la situación controlada, se personaron en la vivienda los servicios sanitarios y una dotación de bomberos, que tras examinar las circunstancias en las que se produjo el suceso destacaron el riesgo que corrieron los agentes y la importancia de su actuación para evitar un trágico desenlace.