La Asociación
CYD Santa María rescató este domingo a una
yegua a la que finalmente no se le pudo salvar la vida. Según comentaron desde el colectivo animalista a Viva Málaga, sobre las seis de la tarde de este domingo, recibieron una
llamada de urgencia de un vecino alemán residente en
Olías porque “
una de sus yeguas se había despeñado por una montaña hasta topar con un árbol que evitó que siguiera cayendo”.
Desde la Asociación señalaron que, “aunque en la actualidad se encuentra en una situación muy difícil” debido a la inundación de sus instalaciones a causa de la borrasca que ha dejado huella en gran parte de Málaga, decidió acudir a la llamada para
intentar salvar la vida del animal.
Desde el albergue y refugio de équidos indicaron que Concordia Márquez y Virginia Solera, fundadoras del CYD Santa María, llamaron inmediatamente a un
equipo de voluntarios y a un veterinario especialista en caballos, José María Romero, que se desplazaron “de manera inmediata” hasta el lugar de los hechos, donde comenzó
un rescate que duraría 10 horas.
Además indicaron que ante una primera evaluación del veterinario,
la yegua se encontraba estable pero a menos de un metro de un barranco de gran profundidad, lo que hacía muy complicado su rescate: “
En muchos momentos temimos por la vida de nuestros voluntarios, por lo que mi hermana y yo nunca les estaremos lo suficientemente agradecidas”, explica Concordia Márquez, presidenta de la Asociación CYD Santa María.
"Llevamos muchos años desde que empezó el CYD Santa María, pero éste
ha sido uno de los rescates más complicados que he visto en mi vida. La coordinación entre nuestro equipo y el buen hacer de los profesionales fue determinante para que no ocurriera ningún accidente. Por esto, desde el CYD Santa María, queremos agradecer tanto a la Policía como a los Bomberos el trabajo realizado, pero, además, el cariño que mostraron en todo momento hacia el animal, y el esfuerzo y riesgo personal que corrieron en su buena voluntad de querer salvar a la yegua", cuenta Virginia Solera, responsable de comunicación del CYD.
Sin embargo,
el final no fue todo lo feliz que debiera, ya que “por desgracia, la yegua fue progresivamente mostrando
signos de hipotermia y, ante la
imposibilidad de que pudiera caminar incluso con la ayuda de todo el equipo,
se procedió a su sacrificio humanitario”.
Solera asegura que "la yegua sintió en todo momento cómo la estábamos ayudando, y nosotros nos sentimos muy arropados, porque en muchas ocasiones estos rescates se realizan con sólo dos o tres miembros del CYD, vaya, en gran soledad”, del mismo modo, dio las gracias “a las personas que eligen como profesión salvar a otras, poniendo en riesgo su propia vida”.