El Unicaja de Málaga no pudo con el Real Madrid y cayó este domingo por 82-71 en la octava jornada liguera en ACB. De hecho, los blancos cuentan las jornadas por victorias y siguen invictos en la competición doméstico.
Los cajistas lo intentaron pero sin la constancia que necesitaban para hacer frente a un equipo como el de Pablo Laso. El bajísimo porcentaje de acierto en el tiro de tres (17 por ciento) no ayudó a poder meter a los visitantes en el partido.
Con Walter Tavares dominando bajo aros y Gabriel Deck como estilete, el Real Madrid tomó el mando del partido desde el salto inicial y controló con solvencia un primer cuarto en el que el internacional argentino, con diez puntos y cuatro rebotes, se bastó para mantener a raya a su rival.
Con una marcha menos, el Unicaja pagó caro su frío arranque. Sin ideas en ataque ni solidez atrás, llegó a ir diez puntos abajo que se quedaron en ocho al final de unos diez primeros minutos de dominio local (21-13).
En la reanudación, dos triples iniciales de Carlos Suárez metieron a los andaluces en el partido, aunque a ambos replicó de inmediato Anthony Randolph desde la misma posición. En el ecuador del segundo cuarto, Unicaja confirmó su despertar y llegó a ponerse a tres puntos.
Un triple de Rudy Fernández y otros dos de Jaycee Carroll en menos de un minuto devolvieron un cómodo colchón a un Real Madrid que no terminaba de romper el partido. Al descanso, 46-37.
Un 7-0 de salida agravó la situación para los malagueños, que continuaban apáticos y, casi sin darse cuenta, se vieron 16 abajo después de dos minutos de sequía en ataque. El Real Madrid jugaba con la comodidad que le daba el marcador, aunque un parcial de 2-9 le permitió al Unicaja llegar con vida a los diez últimos minuto (62-51).
La velocidad sobre el parqué se intensificó, Unicaja estaba en el partido. Una falta técnica a Carlos Suárez puso al Madrid otro punto por encima, gracias al tiro libre anotado por Llull. También desde la línea de 4,60 acortó la ventaja Ejim y la distancia se fijó en los 10 puntos. Pero fue un espejismo y a Unicaja se le achicó el aro debido a la imponente presencia de Tavares.
El Madrid amplió la ventaja para encarrilar la recta final del partido. Hasta ahí llegaron las fuerzas de un Unicaja en el que Josh Adams y Carlos Suárez lo intentaban todo y sobresalían por su lucha y su entrega, lo que no bastó para incomodar al líder de la ACB y el triunfo se quedó en el Wizink Center.
