El Instituto Municipal de la Vivienda celebrará un consejo rector este viernes en el que llevará a aprobación un convenio entre el Obispado de Málaga y el organismo público de vivienda para impulsar la rehabilitación del interior de la Iglesia de la Aurora y la Divina Providencia, situada en la confluencia de las calles Andrés Pérez y Arco de la Cabeza, y que actualmente está cedida a la Hermandad de Viñeros.
Consiste en una subvención al Obispado para la reparación de desperfectos del interior de esta iglesia situada en la zona del Muro de las Catalinas, por un valor de 163.611,03 euros, enmarcada en las acciones del Ayuntamiento de Málaga para poner en valor y recuperar el patrimonio cultural e histórico de la ciudad, según ha informado el Consistorio en una nota de prensa.
EDIFICIO DE CARÁCTER SINGULAR Y MONUMENTAL
Este edificio está catalogado en la categoría de Protección Integral, debido a su carácter singular y monumental por razones históricas. Entre las principales patologías que presenta está el estado deteriorado de las baldosas del suelo; así como algunos de los muros presentan lesiones por humedad debido a la transpirabilidad de su estructura. El zócalo de mármol rosa se encuentra también con incidencias en algunas zonas.
Por otra parte, las bóvedas presentan desperfectos, así como la carpintería y cerrajería, además de ser necesaria la instalación de electricidad e iluminación adecuada. También es necesario la instalación de fontanería y saneamiento.
CONTEXTO HISTÓRICO DE LA IGLESIA
Como se recoge en la propuesta y en el proyecto, redactado por el arquitecto técnico Pablo Pastor, el 25 de febrero de 1775 las Dominicas recibieron unas casas donadas por Manuel Francisco de Anaya y Margarita del Villar con la condición de que labrasen el antiguo convento (hoy la iglesia) durante un plazo de 8 años.
El convento, que se encontraba en estado de deterioro, finalizó su rehabilitación en 1787 a través del impulso económico conseguido por el presbítero Juan de Priego y el Obispo Molina Lario.
Así, se constituyó un edificio con planta de cajón, cubierta con bóveda de medio cañón cuyos fajones se decoran con guirnaldas acorazonadas. La decoración hace referencia a la orden Dominicana: con la Virgen entregando el rosario a Santo Domingo, y en el otro, Santo Domingo con el Beato Fray Alano de la Rupe, apareciendo, también, el perro con la antorcha en la boca, atributo de los Dominicos.
El retablo mayor, presidido por la Divina Providencia, en armonía con los dos relieves del presbiterio y la decoración del interior, es obra del último cuarto del siglo XVIII, pero en 1944 sólo conservaba la zona superior. En 1951 fue restaurado, siguiendo la pauta de lo conservado por la Hermandad de Viñeros, que tiene su sede en esta iglesia desde después de la Guerra Civil.
Según el proyecto, todo el interior es de gran calidad y su estilo puede relacionarse con el arquitecto José Martín de Aldehuela, aunque no está documentado, llevando la dirección de la obra el presbítero Juan de Priego.
Desde su cierre conventual en el verano de 2006, por parte de las monjas de la orden de Santo Domingo de Guzmán (Dominicas), la Iglesia es segregada del conjunto Conventual en el año 2012, pasando a titularidad del Obispado de Málaga, contrayéndose una nueva escalera de acceso al coro y otra escalera para acceder a las plantas existentes sobre la sacristía, realizada por el arquitecto técnico Pablo Pastor.
En el año 2013 fue suscrito un convenio de cesión de uso entre el Obispado de Málaga y la Muy Ilustre, Antigua y Venerable Hermandad Sacramental de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Viñeros, Nuestra Señora del Traspaso y Soledad de Viñeros y San Lorenzo Mártir; por el que esta última está a cargo de la conservación del Templo.
En 2015, el Obispado de Málaga reparó las cubiertas y fachadas. Actualmente, se plantea una renovación interior que mejore la apariencia de la iglesia y haga frente al deterioro cosechado por el paso del tiempo.